Fernando Alonso confimó que está de vuelta. Un regreso a la zona noble, tras un sprint final de temporada que está siendo espectacular. En Japón, territorio maldito tras su naufragio del pasado año, y sin la colaboración del 'safety car', firmó su segunda victoria consecutiva del año -tras su triunfo en Singapur-, consolidando una sonrisa casi olvidada esta temporada. Subido a su 'R28', golpeándose el pecho a lo Usain Bolt, el bicampeón del mundo cerraba su segunda gesta. No es un sueño ni un milagro. Esto es real. [Narración] [Clasificación] [Imágenes]
Esta vez no fue necesaria la colaboración del coche de seguridad, su gran aliado en Singapur. A Fernando Alonso le bastó con el barrido de Lewis Hamilton a los Ferrari -posteriormente le costaría un 'drive through'-, en una salida de las de antes, para recuperar dos posiciones y dejar en la cuneta a los favoritos. Sólo su amigo Robert Kubica, el otro gran beneficiado de la pasada de frenada del inglés, logró situarse por delante, tras una remontada de ensueño.
El polaco era el único enemigo a la vista. Así se lo hacían saber desde el 'box' de Renault, toda vez que Lewis Hamilton y Felipe Massa, enzarzados en una épica batalla final por el título mundial, habían quedado fuera de combate tras una maniobra ilegal del brasileño, que también sería castigada. Un guión, diseñado sobre dos vueltas de vértigo, que dejó a Fernando Alonso en una impecable situación para afrontar con garantías el cuerpo a cuerpo con Robert Kubica.
Un órdago entre colegas, que el español ganó desde la primera mano. Su renacido 'R28' no dejaba lugar a la duda y comenzaba a engullir, metro a metro, la diferencia con su rival. Sin embargo, no sería hasta la primera entrada en 'boxes', en la vuelta 18, cuando se consumaría el adelantamiento, tras un repostaje algo más corto del Renault.
Una jugada maestra, a pesar de que la siguiente parada obligaba a Alonso a entrar antes que su rival. Dudas iniciales que quedaron despejadas desde el primer instante, cuando Fernando Alonso, cinco décimas por vuelta más rápido que el BMW, allanaba el camino hacia su segunda victoria consecutiva. El piloto español arrebataba el mando de la carrera en la vuelta 28 a un Robert Kubica, que bastante tenía con aguantar las acometidas del impetuoso Ferrari de Kimi Raikkonen.
FUENTE: elmundo.es
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