como plumas de
golondrina,
como cenizas de
poemas viejos,
de palabras prestadas.
Jamás volverán
los veranos de tus
niñas tristes,
los veranos de
amanecer y campo,
verde, amarillo,
naranja, rojo,
colores que condensan
la belleza de un
nuevo renacer.
El verde de tus
ojos siempre
interrogantes,
el amarillo de un
sol grande y abrasador
que no dejaba de
castigar nuestras
espaldas,
el naranja y el rojo
de tantas y tantas
puestas de sol
compartidas,
arrancadas de mi
retina en el momento
en el que partías.
Ahora solo hay
invierno.
Invierno eterno
dentro de mi
cabeza, de
mi pecho,
invierno que quema
porque ya no estas.
Tus ojos son cielo de Octubre,
Calidez otoñal,
ALLÍ QUIERO PERDERME.
No hay comentarios:
Publicar un comentario