Bajo la luz de la luna, en los senderos de la vida, me paro en la roca de mis sentimientos a escribir lo que ha sido la semana, una semana que comenzó con las pilas algo más cargadas por el empujón que me dieron mis amigos del barrio y que ha llegado a hoy con miles de experiencias vividas.
En primer lugar me gustaría destacar las palabras PERDÓN Y RECONCILIACIÓN que han sido protagonistas esta semana porque he podido arreglar las cosas con una amiga a la que le tengo mucho cariño y que por circunstancias de esta vida tan difícil se había enfriado nuestra amistad, llegando incluso a no mediar palabra. Pero no me arrepiento para nada de pedirle hablar con ella, porque a través de recuerdos, conversaciones y consejos arreglamos nuestros problemas y volvimos de nuevo a ser los mismos de hace unos meses. Eso sí, ahora queda el día a día, que nos permitirá a uno y al otro demostrar que el cariño es el mismo y que nuestra amistad es realmente de las mejores.
Después querría felicitar desde aquí a Lola y Fernando, abuelos de esa persona a la que tanto quiero, Marina, que cumplieron el pasado 18 de este mes , 50 años de matrimonio. Para mí son claro ejemplo de amor, compromiso, unión y sinceridad. Porque en ellos y con ellos puedo demostrar que el amor existe y que no tiene fin si se ama de verdad.
Ese mismo día, Ángela cumplió sus 12 años y lo celebró en Madrid, todos no podemos tener esa suerte, pero ella se lo merecía. Desde aquí decirle que cada día la estimo más y le tengo mayor cariño, porque desde el primer día brotó en ella una sonrisa que no dejó de hacerme sentir cómodo, en esa pedazo de nueva familia a la que poco a poco voy entrando. Muchas felicidades y espero que la vida te llene de alegrías, siendo feliz y mirando al futuro sin olvidar el presente.
Por supuesto ha sido una semana en que a pesar de mi enfermedad, de no encontrarme bien, he contado con el apoyo una vez más de todos los que quiero, de esos amigos, amigas y familiares que no han dudado en darme su aliento y su apoyo.
Ojalá la realidad de cada uno de vosotros quede siempre al descubierto, porque teniendo una historia y una misma cara siempre podremos mirar al frente sin miedo.
Con cariño,
Luis Algoró. Gracias una semana más.
En primer lugar me gustaría destacar las palabras PERDÓN Y RECONCILIACIÓN que han sido protagonistas esta semana porque he podido arreglar las cosas con una amiga a la que le tengo mucho cariño y que por circunstancias de esta vida tan difícil se había enfriado nuestra amistad, llegando incluso a no mediar palabra. Pero no me arrepiento para nada de pedirle hablar con ella, porque a través de recuerdos, conversaciones y consejos arreglamos nuestros problemas y volvimos de nuevo a ser los mismos de hace unos meses. Eso sí, ahora queda el día a día, que nos permitirá a uno y al otro demostrar que el cariño es el mismo y que nuestra amistad es realmente de las mejores.
Después querría felicitar desde aquí a Lola y Fernando, abuelos de esa persona a la que tanto quiero, Marina, que cumplieron el pasado 18 de este mes , 50 años de matrimonio. Para mí son claro ejemplo de amor, compromiso, unión y sinceridad. Porque en ellos y con ellos puedo demostrar que el amor existe y que no tiene fin si se ama de verdad.
Ese mismo día, Ángela cumplió sus 12 años y lo celebró en Madrid, todos no podemos tener esa suerte, pero ella se lo merecía. Desde aquí decirle que cada día la estimo más y le tengo mayor cariño, porque desde el primer día brotó en ella una sonrisa que no dejó de hacerme sentir cómodo, en esa pedazo de nueva familia a la que poco a poco voy entrando. Muchas felicidades y espero que la vida te llene de alegrías, siendo feliz y mirando al futuro sin olvidar el presente.
Por supuesto ha sido una semana en que a pesar de mi enfermedad, de no encontrarme bien, he contado con el apoyo una vez más de todos los que quiero, de esos amigos, amigas y familiares que no han dudado en darme su aliento y su apoyo.
Ojalá la realidad de cada uno de vosotros quede siempre al descubierto, porque teniendo una historia y una misma cara siempre podremos mirar al frente sin miedo.
Con cariño,
Luis Algoró. Gracias una semana más.
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