Según vaya adentrándose en la investigación descubrirá un oscuro submundo y una traición inimaginable. Entre el reparto encontramos a Mila Kunis (Mona Sax), Amaury Nolasco (Jack Lupino) o Chris O’Donnell (Jason Colvin) Además supone el debut como actriz en la gran pantalla de la cantante Nelly Furtado. La película está teñida de luces y sombras que a veces confunden la realidad y la fantasía. La fotografía oscura y fría, nos hace recordar la personalidad del protagonista, al igual que la escenografía helada que nos muestran la parte más lúgubre, apartada y abandonada de Nueva York, todo símbolo del interior del personaje. Las escenas más cálidas son el reflejo de una felicidad pasada cuando estaba al lado de su familia. Existen elementos del otro mundo añadidos por Beau Thorne que no aparecen en el videojuego como Valquiria, un demonio alado extraído de la mitología nórdica, que amenaza a Max y envía a otros aún destinado incierto e insospechado.
También cabe destacar el uso reiterativo de la cámara subjetiva con la intención de introducir al espectador en la piel de Max Payne y el uso del “efecto bala” o cámara lenta que puede recordarnos John Woo, o a los hermanos Wachowski en Matrix. Pero no debemos equivocarnos y pensar que este recurso es característico de la película, sino que es una función que ya aparece en el videojuego (anterior al estreno el cine de Matrix) y que se denomina bullet time. A pesar de todo, al firme le han caído un aluvión de críticas negativas no solo por parte de los cinéfilos sino también por los amantes del videojuego que no lo ven plasmado. Incluso el productor del videojuego Scott Miller ha mostrado su descontento con la producción en la revista EDGE (The Global Game Industry Network), la cual podemos encontrar en http://www.edge-online./news/3d-realms-bewildered-max-payne-flick.
En mi opinión lo mejor de la película es la soberbia fotografía y la maravillosa estética pero carece de la tensión y la emoción que se da por hecho que tiene que tener.
BELÉN HIGUERAS.