¿Cuántos momentos curiosos se vienen en este momento a tu mente? ¡Cómo añoras alguna situación en concreto que compartiste con alguien especial! Seguro que se te vienen a la mente muchos de ellos e incluso en este momento los estás recordando y se te ha dibujado una sonrisa en la cara. Yo con eso ya soy feliz. Conseguir hacerte sonreír es un lujo ya que el único día perdido es el día en que no te hayas reído.
Pues precisamente en torno a esas anécdotas o esos atrevimientos que a veces se convierten en parte de nuestras vidas intentará versar esta nueva sección donde lo que quiero es darle un toque irónico a la vida de Algorocontigo.
Permíteme que introduzca aspectos de mi vida cotidiana. Solo pretendo que la empatía te permita sentirte identificado con estas historias o si no, simplemente que te detengas durante unos minutos a recordar aquellos momentos inolvidables en los que quizás lo pudiste pasar mal pero que ahora consiguen hacerte sonreír.
A partir de la próxima semana, quien les habla intentará explicar anécdotas que no he olvidado y que han dejado huella en la historia más sonriente y simpática de mí día a día.
Me despido, no sin antes dejarte unos minutos para pensar alguna anécdota curiosa para que nos la envíes a elblogdealgoro@hotmail.com y pueda despertar la alegría de aquellos que lo pasan mal. ¿Te acuerdas de aquél día que….? ¿Sí?, pues espero ese momento en el correo.
Nos vemos pronto y fijaros que escribiendo este texto ya me ha ocurrido algo simpático, mi compañera dice que ‘ha llegado una hora tarde a la estación y ya se le había ido el tren’. Está indignada, ¡cómo que no la ha esperado!
Saludos,
Luis Algoró.
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