Esta semana quiero dar la penca a algunos de los 'trabajadores' del Metro de Málaga que tras estar el otro día fotografiando las obras para un trabajo universitario pude ver como leían el periódico o se cruzaba de brazos viendo como su piel se bronceaba por el sol de nuestra tierra. Quizás para algunos pueda parecer lo normal pero estos gestos se hacen indigantes cuando al cruzar la esquina o sin tener que cruzarla ves una inmensa cola del paro llena de sufrimientos.
Es un gesto irrespetuoso cuando ves que un autónomo no consigue dormir por las noches o que una ama de casa ajusta las cuentas para poder llegar a fin de mes alimentando a su familia. No es justo que estos trabajadores, sean de la raza que sean y provengan del lugar que sea, se dediquen a ver pasar las horas mientras otros ven como las horas de sufrimiento pasan por ellos.
Por todos esos que perdieron su trabajo y lloran mirando al futuro sin apenas dislumbrarlo. Por esos que entre facturas ven hundirse su día a día y por todas esas almas preocupadas por la situación laboral de sus casas va esta penca a esos que aún teniendo un trabajo se olvidan de quien no lo tiene o de quien lucha realmente por mantenerlo.
En segundo lugar quiero dar la biznaga de esta semana que tiene un olor maternal, entrañable y sensible como el cariño que una madre puede darte. Ya en otras ocasiones he dedicado parte de las líneas de una entrada en este blog a alguien tan especial y mágica como es mi madre, pero todas esas palabras aún son pocas para felicitarle por su valentía y coraje a la hora de afrontar la vida.
No es fácil ver como tu madre entra por sexta vez consecutiva al quirófano para ser intervenida de lo mismo, sabiendo cuales son los riesgos, no queriendo pensar en ellos y confiando así en que lo mejor está por llegar. Sus ojos que se apagan y no son los mismos que hace unos años, te hacen desear poder volver a mirarla con mis ojos de niño para poder devolverle la alegría que ella siempre tenía hace unos años.
Es por eso que hoy todos los que le queremos hemos estado a su lado, porque deseamos volver a ver a esa Isabel que con labios rojos intensos, mirada alegre, traje de chaqueta y tacones pisaba fuerte las escaleras de casa para afrontar el día con energía. Esa morena, guapa y salerosa que por Calle San Miguel hacia abajo hacía gente y a la vez clientes. Alguien querida por todos y no sólo por su familia. Por eso merece esta biznaga para darle aliento y así pueda seguir luchando contra todos esos problemas de salud que la vida le pone por delante.
Ella es fuerte y es esa fuerza la que me ha transmitido para cada día buscar un momento para sonreír. Nunca olvidaré cuando mi abuelo materno me decía 'Este niño es tan apretado como su madre'. Pues prefiero ser así, como el alma de madre me ha enseñado, cercano a la gente y humilde de corazón.
Mamá son pocas las palabras, quizás necesitaría muchas más pero con solo una basta para decirte lo que en mi despierta el verte luchar por tu familia ante todo: GRACIAS.
No olvidar en esta sección la memoria de Antonio Zapata que los ángeles comentan que sigue radiando allá en lo alto. Jamás olvidaré tu ejemplo y tus consejos, maestro en el silencio.
Sin más, despedirme hasta este fin de semana cuando al fín comenzará la sección 'Así se las gasta Algoró'. Aprovecho esta despedida para manifestar mi apoyo contra la homofobia ya que se ha celebrado en esta semana el día dedicado contra este sentimiento de otro siglo o de otra historia.
Un abrazo,
les quiere y gracias por estar ahí,
un futuro periodista pero ante todo persona...
Luis Algoró.
YO TAMBIÉN APOYO MÁLAGA 2016.
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