Cristina Benítez, 45, Alcalá de Guadaira (Sevilla), tiene una empresa llamada “Culturas del mundo” desde hace diez años. Este proyecto surge ante el cansancio de que en los medios de comunicación solo se muestren los aspectos negativos de la inmigración, quería dar a conocer que el colectivo inmigrante no trae inseguridad sino que ayuda a enriquecer a la sociedad. Para ella es importante que la sociedad tome conciencia del crecimiento de esa nueva cultura que está surgiendo, un nuevo concepto en el que gente de diversos lugares ocupen un mismo espacio urbano.
Esta hermosa mujer de sonrisa franca y abierta es colombiana, que llegó a España hace 25 años. Cristina estudió en su país Administración turística y en uno de sus últimos semestres decide irse de intercambio a la Universidad de Tel-Aviv en Israel, esto fue el 13 de julio de 1990, justo cuando Sadam Hussein invade Kuwait. Se cierran universidades y mientras se resolvía su situación vivió en un Kibut con los judíos.
Cristina deseaba completar su formación así que decidió venirse a España como refugiada. Su primera parada fue Madrid, pero ya aquí se encuentra con una realidad en la que la palabra supervivencia empezaba a tomar mayor prioridad.
Empezó por darse cuenta que tenía tres opciones para ganarse la vida: una ser prostituta, otra vender droga y por último limpieza doméstica. Así que decidió poner un anuncio en un periódico que permitía hacerlo de manera gratuita y escribió este anuncio: “Se ofrece chica colombiana para limpiar en domicilio, preferiblemente judíos”. De esta manera, consiguió su primer empleo en Madrid.
Los siguientes capítulos de su vida están escritos por el amor, la familia, el desamor y un divorcio, que la dejan en Sevilla con dos niños, una maleta y una máquina de coser. Y teniendo que pedir ayuda a Cáritas y los servicios sociales para sacarlos adelante, con la ayuda que recibió de incluso de desconocidos pudo montar un piso con cosas regaladas, incluso llegaron a darle cortinas para el salón y una televisión.
La vida de una persona está compuesta por las circunstancias que le ha tocado vivir pero Cristina ha conseguido transformar esas experiencias en algo positivo y al mismo tiempo ayudar a la sociedad con campañas de sensibilización hacia la población inmigrante.
Un rasgo que define el carácter de Cristina es su franqueza y su capacidad de lucha, en Madrid le gustaba hablar con sus amigas que trabajan también y les decía que debían luchar por conseguir un mejor horario o aumento de sueldo, ella llegó a cobrar 110.000 de las antiguas pesetas. Ahora de nuevo en Sevilla, decide aplicar su experiencia de vida para trasformar su nuevas circunstancia, y como emprendedora que es monta una empresa llamada “Culturas del Mundo” y de esto hace ya diez años. Su empresa ofrece proyectos dentro de campañas de sensibilización del colectivo inmigrante para colegios, y cualquier organismos como la Junta de Andalucía. Entre los proyectos que ofrece “Culturas del Mundo” está ofrecer degustaciones de “Tapas del mundo” para dar a conocer los sabores de otras culturas.
Actualmente su sede está en Sevilla junto a otras asociaciones como los colectivos de “Mujeres de América Central” y “Enlazadores del mundo” que ofrecen cursos de capacitación y asesoramiento laboral. Cristina como empresaria une esfuerzos con esas iniciativas y propone trabajar en red, pues, lamenta que muchas asociaciones se encierran en sí mismas y la información se pierde al no dejar las puertas abiertas a la mezcla y a la ayuda mutua, ella piensa que se deberían crear más espacios de diálogo.
"Culturas del mundo". Proyectos de Senbilización-Inmigración.
Email: culturasdelmundo@yahoo.es
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