Queridos amigos, ha tenido que ser con retraso por motivos de salud y a pesar de no encontrarme todavía con todas las fuerzas necesarias si que tengo alguna para poder abrir de nuevo mi alma al mundo en este rincón para la reflexión. Una semana llena de gratos momentos aunque con final desagradable. La semana me ha dejado un fin de semana protagonista de toda ella ya que he podido ponerme en camino y llegar a la aldea almonteña rociera para mirar a los ojos a la Blanca Paloma.
Toda una semana preparando las cosas para pasar dos días rodeado de gente querida y sobre todo para poder hablar y desahogarme con la Pastora. En mi coche partimos el sábado por la mañana poniendo rumbo a esa aldea onubense, sin miedo a nada, solo con la fuerza rociera en nuestros corazones. Apretados, en poco espacio, cinco personas con todas las cosas, no importaba, el objetivo era compartir una experiencia, nueva para algunos. Pero para mí, era de nuevo volver a empezar, volver a llegar a ella.
Sobre las dos del medio día y tras dejar todas las cosas en el bungalow donde nos hospedamos, crucé la puerta de la ermita, miré sus ojos y de nuevo no puede evitarlo, la emoción cargó los míos y el corazón pasó miles de recuerdos a la mente. A mi lado, por tercer año consecutivo, me faltaba alguien muy importante, mi madre, que por enfermedad nunca puede ir. Y además mi situación actual respecto a la salud y ante un lunes bastante temido que se acercaba cada vez más no podía evitar dejar en mis lágrimas el alma ante sus pies. Con distintos actos cogí fuerzas y sé que ella es la única capaz de escucharme sin necesidad de responder con palabras sino con echos. Y por supuesto la buena gente que me rodeaba, hizo que pasáramos un fin de semana estupendo, entre risas, canciones, caminos y experiencias inolvidables, espero que para ellas también.
Una de las cosas más bellas fue poder presentar a mi Madre del Rocío a la que me llena de luz cada día, a la que ella puso en el camino para animarme, a Marina, que ilusionada sé que ha comenzado a quererla como cada uno de los que al mirarla nos enamoramos de ella. El lunes llegó y me tuve que someter a unas pruebas muy molestas y delicadas, de las que tampoco me gustaría hablar más. Solo agradecer el apoyo de los pocos que me han demostrado realmente en estos momentos que son mis amigos y amigas.
Quisiera terminar con una frase de una de las sevillanas cantadas en el Rocío por la Hermandad de Málaga:'' Descubrí lo que es ser almonteño, quererla porque ella estará esperando cuando se termine el sueño''.
Les quiere, como no, Luis Algoró.
HOY DIGO NO A LA VIOLENCIA DOMÉSTICA.
Toda una semana preparando las cosas para pasar dos días rodeado de gente querida y sobre todo para poder hablar y desahogarme con la Pastora. En mi coche partimos el sábado por la mañana poniendo rumbo a esa aldea onubense, sin miedo a nada, solo con la fuerza rociera en nuestros corazones. Apretados, en poco espacio, cinco personas con todas las cosas, no importaba, el objetivo era compartir una experiencia, nueva para algunos. Pero para mí, era de nuevo volver a empezar, volver a llegar a ella.
Sobre las dos del medio día y tras dejar todas las cosas en el bungalow donde nos hospedamos, crucé la puerta de la ermita, miré sus ojos y de nuevo no puede evitarlo, la emoción cargó los míos y el corazón pasó miles de recuerdos a la mente. A mi lado, por tercer año consecutivo, me faltaba alguien muy importante, mi madre, que por enfermedad nunca puede ir. Y además mi situación actual respecto a la salud y ante un lunes bastante temido que se acercaba cada vez más no podía evitar dejar en mis lágrimas el alma ante sus pies. Con distintos actos cogí fuerzas y sé que ella es la única capaz de escucharme sin necesidad de responder con palabras sino con echos. Y por supuesto la buena gente que me rodeaba, hizo que pasáramos un fin de semana estupendo, entre risas, canciones, caminos y experiencias inolvidables, espero que para ellas también.
Una de las cosas más bellas fue poder presentar a mi Madre del Rocío a la que me llena de luz cada día, a la que ella puso en el camino para animarme, a Marina, que ilusionada sé que ha comenzado a quererla como cada uno de los que al mirarla nos enamoramos de ella. El lunes llegó y me tuve que someter a unas pruebas muy molestas y delicadas, de las que tampoco me gustaría hablar más. Solo agradecer el apoyo de los pocos que me han demostrado realmente en estos momentos que son mis amigos y amigas.
Quisiera terminar con una frase de una de las sevillanas cantadas en el Rocío por la Hermandad de Málaga:'' Descubrí lo que es ser almonteño, quererla porque ella estará esperando cuando se termine el sueño''.
Les quiere, como no, Luis Algoró.
HOY DIGO NO A LA VIOLENCIA DOMÉSTICA.
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