El ahorro energético, la crisis económica o la negativa de los comerciantes en algunas ciudades a sufragar una parte del importe han forzado recortes en la iluminación, aunque el encendido navideño se alarga más de un mes y unas 180 horas de media, lejos de las recomendaciones de Industria, consumidores y ecologistas.
Engalanar las calles y plazas, una tradición que arrancó esta semana y concluirá después de Reyes, y el consumo eléctrico supone desembolsar más de 10 millones de euros sólo en las capitales autonómicas. Casi la mitad -4,6 millones- por Madrid, que supera en 600.000 euros el presupuesto de 2007.
Pese a su abultado gasto, el Consistorio madrileño ha disminuido un 23% el número de lámparas -colocará 6,8 millones- y, aunque no habla de crisis, sino de ahorro de energía y ventajas ambientales, ha suprimido actividades caras como el espectáculo de luz y sonido que hizo en 2007 en la Plaza de Cibeles.
También el Ayuntamiento de Oviedo ha reducido un tercio el número de bombillas instaladas, y serán aproximadamente medio millón; el de Sevilla ha recortado un 22% el presupuesto, que queda en 600.000 euros, y dejará 15 calles sin luces al no haber aportaciones de los comerciantes, y en Zaragoza, el coste -276.152 euros- será un 23,6% menor, aunque colocará más lámparas porque va a aprovechar las guirnaldas instaladas en la ribera del Ebro durante la Expo.
FUENTE: AGENCIA EFE.