En la edición de Cannes de este año se estrenó como primicia mundial la última película de Alejandro Amenábar, Agora, una atrevida propuesta que ha sabido encandilar a crítica y audiencia. Con un arriesgado presupuesto de 50 millones Amenábar ha querido trasladarnos hasta el siglo IV en Alejandría, Egipto. Un periodo de gran convulsión debido a las turbulencias producidas por el vigoroso avance del cristianismo y el declive de la cultura grecorromana. En este mundo revuelto por el fervor religioso encontramos a Hypatia una filósofa sabía y respetada amante de la astronomía y una mujer fuera de su tiempo.
Grabada en inglés presenta un reparto internacional como la oscarizada por el Jardinero Fiel, Rachel Weisz, que interpreta a Hypatia de Alejandría, en un papel majestuoso y que ilumina con luz propia toda la película. El filme destaca por su gran fuerza visual pero la narración falla, no consigue mantener un nivel de tensión y expectación continua, dando como resultado una película emocionalmente fría y a la que le falta fuerza.
Tanto los decorados como el vestuario son brillantes. El equipo de Agora se trasladó a la fortaleza Fort Ricasoli, en Malta para construir los enormes decorados, donde también se realizaron grandes producciones como Troya o Gladiator. La dirección artística de la película corrió a cargo del británico Guy Dyas, responsable de la construcción visual de títulos como Indiana Jones y la calavera de cristal o Superman Returns. De Alejandría original se conserva nada o muy poco por lo que su reconstrucción supuso un gran reto para el equipo artístico ya que el proyecto supuso una intensiva investigación previa.
El vestuario es clave para comprender la evolución de los personajes. Su directora, Gabriella Pescucci, ha sido responsable del vestuario de títulos tan significativos como Charlie y la fábrica de chocolate. Hypatia en la primera parte lleva un vestuario claro y luminoso símbolo de la filosofía griega, tras el asedio a la biblioteca comienza a llevar tonos más profundos representando a una mujer más fuerte y por último en la escena final Hypatia porta un vestido rojo frente al negro parabolanos que la rodean para contrastar la fuerza física frente a la del pensamiento.
El trabajo de postproducción se llevó a cabo a lo largo de 35 semanas llegando a reunirse hasta 60 personas. El retoque digital se aplicó en unos 540 planos. Otro aspecto importante de la película es el sonido, para Amenábar los efectos de sonido son fundamentales para que el espectador tenga una experiencia completa y de ellos se encargó Glenn Freemantle (Slumdog Millionaire). Como hecho anecdótico comentar que el cielo que se ve en la película es totalmente real, es decir, está realizado tal y como Hypatia lo contemplaba en el siglo IV. El cielo actualmente no es exactamente igual, los planetas van cambiando, algunas estrellas se han apagado y otras han nacido. Todo esto se ha tenido en cuenta a la hora del tratamiento digital así que cuando vemos el cielo en Agora lo vemos como los contemporáneos de Hypatia, como hace 1600 años.
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