Miércoles 14, pasado ese martes 13 al que algunos recibieron con cierto miedo y escepticismo, vuelven a ver mis letras plasmadas en algorocontigo para hacer entrega de la biznaga y la penca de esta semana que como siempre es resultado de varias horas de análisis y reflexión.
Antes de nada quiero avisarles que los dos próximos días, Algorocontigo puede que sufra un retardo en actualizarse debido a que el director y la subdirectora de esta bitácora estaremos de Congreso sobre Periodismo en Ceuta.
Es por ello que intentaremos desde allí sí las teconologías nos lo permiten actualizarlo pero pedimos disculpas si finalmente es imposible. Eso sí, no se preocupen que las secciones de mañana y del viernes serán publicadas como muy tarde el próximo sábado.
Sin enrollarme más pero comprendiendo que era necesaria dar esta información, paso a entregar la penca de esta semana en la que Málaga comenzará de nuevo a latir con el séptimo arte en su Festival de Cine Español.
Este miércoles entrego la penca a todos aquellos que dedicaron las horas de la tarde del pasado viernes no solo a consumir alcohol, una droga más cuando se hace de forma abusiva, en los aparcamientos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación malagueña en una fiesta de la primavera ilegal, sino a aquellos que dejaron la zona de árboles situada tras la Facultad llena de botellas, bolsas de plástico, vasos rotos y un largo etcétera.
Para mí fue muy triste escuchar a un trabajador que se disponía a ir a comer a la cafetería de la Universidad decir que ahí se reflejaba la juventud de hoy en día y la falta de respeto al medio ambiente. Es triste, pero esa es la imagen que algunos pretenden dar de todo el colectivo universitario y en general de todos los jóvenes malagueños.
El verde de las plantas, que no es un parque natural precisamente, se tapaba con todos los desperdicios y la zona universitaria quedaba separada de la balla que le pone límites por una fila y a la vez cadena de bolsas de plástico presidiendo la imagen que la Facultad daba desde la carretera.
Más de 40 bolsas de basura pude contabilizar cuando los operarios de limpieza se encargaban de recoger eso, que otros decidieron dejar en el suelo mientras sus mentes llenas de alcohol se preocupaban de otras cosas mucho menos interesantes que respetar el medio ambiente. Muchos de esos, son aquellos que van luego defendiendo ONGs a favor del cuidado de las plantas o contra el cambio climático. Ahí es donde deja mucho que desear el falso progresismo que defienden algunos.
Quizás sea tirar 'pencas' sobre mi propio tejado, pero hay cosas que me duelen como alumno universitario y como joven malagueño. Además sé que estas palabras sirven de altavoz para el pensamiento de otros muchos más que pertenecen a mi generación.
La parte más agradable es la entrega de la biznaga semanal. En esta ocasión quiero entregarla a los niños de los grupos de Acción Católica que pasaron el fin de semana cerca del campo en Antequera y especialmente a aquellos que quisieron realizar su Primera Comunión de una forma sencilla tal como Jesucristo instauró la eucaristía en su última cena.
En medio del césped verde, bajo los rallos de un sol que quemaba fuerte y con ropa muy cómoda, teniendo tras ellos a sus padres y familiares quisieron recibir ese sacramento después de preparar con sus compañeros la eucaristía el día anterior en la convivencia que duró sábado y domingo.
Las miradas de los educadores se llenaban de satisfacción cuando veían a esos niños recibir la Comunión de una forma tan sencilla pero sobre todo desde la ilusión y el respeto. Ya está bien de tanto consumismo en torno a los sacramentos de la Iglesia. Éste es un ejemplo de que las cosas se pueden hacer con el mismo respeto pero con mayor sencillez.
La mañana del domingo finalizó con una comida compartida entre todos los padres , además de una paella para todos. No hubo diferencias entre mejores o peores menús, todos eran iguales y todos compartidos. La ilusión y el ambiente eran el mismo pero la competencia había dejado paso a la solidaridad, el respeto y el cariño.
Va por ellos mi biznaga semanal.
Me despido hasta la próxima semana invitándoles a seguir disfrutando del deporte.
Les quiere,
Luis Algoró.
Antes de nada quiero avisarles que los dos próximos días, Algorocontigo puede que sufra un retardo en actualizarse debido a que el director y la subdirectora de esta bitácora estaremos de Congreso sobre Periodismo en Ceuta.
Es por ello que intentaremos desde allí sí las teconologías nos lo permiten actualizarlo pero pedimos disculpas si finalmente es imposible. Eso sí, no se preocupen que las secciones de mañana y del viernes serán publicadas como muy tarde el próximo sábado.
Sin enrollarme más pero comprendiendo que era necesaria dar esta información, paso a entregar la penca de esta semana en la que Málaga comenzará de nuevo a latir con el séptimo arte en su Festival de Cine Español.
Este miércoles entrego la penca a todos aquellos que dedicaron las horas de la tarde del pasado viernes no solo a consumir alcohol, una droga más cuando se hace de forma abusiva, en los aparcamientos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación malagueña en una fiesta de la primavera ilegal, sino a aquellos que dejaron la zona de árboles situada tras la Facultad llena de botellas, bolsas de plástico, vasos rotos y un largo etcétera.
Para mí fue muy triste escuchar a un trabajador que se disponía a ir a comer a la cafetería de la Universidad decir que ahí se reflejaba la juventud de hoy en día y la falta de respeto al medio ambiente. Es triste, pero esa es la imagen que algunos pretenden dar de todo el colectivo universitario y en general de todos los jóvenes malagueños.
El verde de las plantas, que no es un parque natural precisamente, se tapaba con todos los desperdicios y la zona universitaria quedaba separada de la balla que le pone límites por una fila y a la vez cadena de bolsas de plástico presidiendo la imagen que la Facultad daba desde la carretera.
Más de 40 bolsas de basura pude contabilizar cuando los operarios de limpieza se encargaban de recoger eso, que otros decidieron dejar en el suelo mientras sus mentes llenas de alcohol se preocupaban de otras cosas mucho menos interesantes que respetar el medio ambiente. Muchos de esos, son aquellos que van luego defendiendo ONGs a favor del cuidado de las plantas o contra el cambio climático. Ahí es donde deja mucho que desear el falso progresismo que defienden algunos.
Quizás sea tirar 'pencas' sobre mi propio tejado, pero hay cosas que me duelen como alumno universitario y como joven malagueño. Además sé que estas palabras sirven de altavoz para el pensamiento de otros muchos más que pertenecen a mi generación.
La parte más agradable es la entrega de la biznaga semanal. En esta ocasión quiero entregarla a los niños de los grupos de Acción Católica que pasaron el fin de semana cerca del campo en Antequera y especialmente a aquellos que quisieron realizar su Primera Comunión de una forma sencilla tal como Jesucristo instauró la eucaristía en su última cena.
En medio del césped verde, bajo los rallos de un sol que quemaba fuerte y con ropa muy cómoda, teniendo tras ellos a sus padres y familiares quisieron recibir ese sacramento después de preparar con sus compañeros la eucaristía el día anterior en la convivencia que duró sábado y domingo.
Las miradas de los educadores se llenaban de satisfacción cuando veían a esos niños recibir la Comunión de una forma tan sencilla pero sobre todo desde la ilusión y el respeto. Ya está bien de tanto consumismo en torno a los sacramentos de la Iglesia. Éste es un ejemplo de que las cosas se pueden hacer con el mismo respeto pero con mayor sencillez.
La mañana del domingo finalizó con una comida compartida entre todos los padres , además de una paella para todos. No hubo diferencias entre mejores o peores menús, todos eran iguales y todos compartidos. La ilusión y el ambiente eran el mismo pero la competencia había dejado paso a la solidaridad, el respeto y el cariño.
Va por ellos mi biznaga semanal.
Me despido hasta la próxima semana invitándoles a seguir disfrutando del deporte.
Les quiere,
Luis Algoró.
2 comentarios:
Del todo de acuerdo, una vez más, valoro el hecho de que alguien estudiante, y universitario, denuncie sin complejos actos de este tipo porque nos ayudan a saber de aquellos de los que tenemos que tomar ejemplo.
Espero que vuestro congreso sea de crecimiento para vosotros y sabed que aqui os dejais esa parte que siempre estará con vosotros pase lo que pase, aun en momentos dificiles.
Antes de despedirme yo quiero dedicar unas palabras a mi mejor amigo, Luis, alguien que hace que me sienta seguro a su lado y me da la fuerza necesaria para seguir adelante, gracias por creer en mi y por tu ayuda que es la mejor forma de crecer.
Recibe un fuerte abrazo de quien te habla y de quien te quiere.
Tu amigo
Fran
Yo viví lo del botellón desde dentro porque estuve allí y es cierto, hay que decir que todo quedó muy sucio después y que los atascos fueron kilométricos para salir de allí
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