Y por fin llegó la vuelta del clásico. El escenario esta vez es el Estadio Santiago Bernabeu, aunque realmente el escenario es el bar de la esquina, la casa de un amigo, la pantalla de un centro comercial, la radio del coche…
Ya que, este sábado día 10 de abril a las 22 horas la gran mayoría
de la población estará frente a cualquier televisor o pegando la oreja a cualquier objeto radiofónico. Porque queramos o no el fútbol mueve a las masas, este sábado hasta el menos futbolero sabrá como va el partido, nada más que por el ruido del gentío.
Lo cierto es que este binomio entre los dos clubes lo llevamos viviendo desde hace muchísimos años. Hablamos del Madrid de Gento, de Cruyff del Barcelona, del dream team, la quinta del buitre…un sin fin de generaciones que han vivido este deporte con emoción, angustia, ira, alegría, compañerismo, fervor, pero sobre todo respeto. A estos recuerdos hay que añadir la relación política y económica de ambos clubes.
Ya que cuando nos referimos a Madrid, hablamos de la ca
pital de España, una de las ciudades más grandes y más ricas de nuestro país. Por otro lado, tenemos a Barcelona, capital de la industria, del turismo del Mediterráneo, del pan tumaca, de la sardana…
Por lo tanto, son clubes que poseen mucho dinero y con presidentes diferentes pero que tiene en común una idea principal: Fichar a los mejores jugadores del mundo. Os preguntaréis para conseguirlo, ¿Qué hay que hacer? Campaña política independentista por Cataluña como única nación como hace nuestro amigo Joan Laporta.
O gastar una millonada de euros en jugadores mientras crece el paro en nuestro país a niveles desorbitados. Creo que las dos están llenas de ambición por conseguir objetivos diferentes, pero a la vez comunes. Ya que el objetivo principal es tener en sus vitrinas a finales de la temporada el mayor número de títulos posibles.
A más títulos = más aficionados, y si pierden ya nos encargaremos de criticar al entrenador que es una marioneta de los altos directivos, y sino miramos para otro lado y somos de otro equipo. Aunque duela en España somos asi, pero no solo con el fútbol con la mayoría de los deportes.
Os lanzo una cuestión para que reflexionéis unos instantes ¿todos los títulos, la afición de unirse a un equipo, todo eso se consigue a base de dinero?
Sin más, espero que os guste el artículo y los próximos que vaya colgando en relación al deporte, en este mes tan importante para mí como seguidora deportiva, deportista y maestra de Educación Física.
Ya que, este sábado día 10 de abril a las 22 horas la gran mayoría
de la población estará frente a cualquier televisor o pegando la oreja a cualquier objeto radiofónico. Porque queramos o no el fútbol mueve a las masas, este sábado hasta el menos futbolero sabrá como va el partido, nada más que por el ruido del gentío.Lo cierto es que este binomio entre los dos clubes lo llevamos viviendo desde hace muchísimos años. Hablamos del Madrid de Gento, de Cruyff del Barcelona, del dream team, la quinta del buitre…un sin fin de generaciones que han vivido este deporte con emoción, angustia, ira, alegría, compañerismo, fervor, pero sobre todo respeto. A estos recuerdos hay que añadir la relación política y económica de ambos clubes.
Ya que cuando nos referimos a Madrid, hablamos de la ca
pital de España, una de las ciudades más grandes y más ricas de nuestro país. Por otro lado, tenemos a Barcelona, capital de la industria, del turismo del Mediterráneo, del pan tumaca, de la sardana…Por lo tanto, son clubes que poseen mucho dinero y con presidentes diferentes pero que tiene en común una idea principal: Fichar a los mejores jugadores del mundo. Os preguntaréis para conseguirlo, ¿Qué hay que hacer? Campaña política independentista por Cataluña como única nación como hace nuestro amigo Joan Laporta.
O gastar una millonada de euros en jugadores mientras crece el paro en nuestro país a niveles desorbitados. Creo que las dos están llenas de ambición por conseguir objetivos diferentes, pero a la vez comunes. Ya que el objetivo principal es tener en sus vitrinas a finales de la temporada el mayor número de títulos posibles.
A más títulos = más aficionados, y si pierden ya nos encargaremos de criticar al entrenador que es una marioneta de los altos directivos, y sino miramos para otro lado y somos de otro equipo. Aunque duela en España somos asi, pero no solo con el fútbol con la mayoría de los deportes.
Os lanzo una cuestión para que reflexionéis unos instantes ¿todos los títulos, la afición de unirse a un equipo, todo eso se consigue a base de dinero?
Sin más, espero que os guste el artículo y los próximos que vaya colgando en relación al deporte, en este mes tan importante para mí como seguidora deportiva, deportista y maestra de Educación Física.
IMÁGENES: MARCA.COM
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