Antonio Izquierdo, de 73 años, el único de los hermanos que quedaba vivo y que provocaron la matanza de nueve personas el verano de 1990 en Puerto Hurraco (Badajoz), se ahorcó en la madrugada de ayer en la cárcel de Badajoz.
Los funcionarios de prisiones se encontraron a las dos de la madrugada el cadáver del interno, que se había colgado de la reja de la ventana utilizando trozos de sábana anudados. El médico de la prisión sólo pudo certificar su fallecimiento.
El suceso se produjo en el módulo de enfermería, adonde fue trasladado de forma preventiva hace algunas fechas debido a que su estado de salud había empeorado en los últimos tiempos, aunque ello no le impedía que saliera al patio a diario, aunque mantenía su actitud de no relacionarse con ninguno de los otros presos, como durante los últimos 20 años que ha estado ingresado.
Precisamente ayer mismo, según confirmar fuentes penitenciarias, Antonio Izquierdo hubiera quedado en libertad si no se le hubiese aplicado la "doctrina Parot", por lo que aún le quedaban por cumplir otros cinco años más de pena. Además, su comportamiento en prisión desaconsejó, en todos los informes emitidos al efecto, la aplicación del tercer grado.
El hecho de conocer hace relativamente poco que debía de pasar otros cinco años más en la cárcel pudo producirle, según fuentes consultadas, un fuerte golpe moral.
ELMUNDO.ES
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