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martes, diciembre 30, 2008

LA REALIDAD AL DESCUBIERTO: CON CASTAÑAS DESPEDIMOS EL AÑO. YEIZA SARMIENTO.


Algorocontigo en estas fechas sigue en la calle buscando caras e historias que reflejen la vida cotidiana. Nos encontramos en la plaza del Ayuntamiento del Rincón de la Victoria y allí hay montado un puesto de castañas. En estos momentos comienza su labor, encendiendo la lumbre.

Isabel regenta este puesto y es la protagonista esta semana, nos atiende amablemente y sin perder su sincera sonrisa, agradable y simpática. Nos explica con paciencia los pasos para tener unas deliciosas castañas.

Coge un puñado de castañas, las deposita en la olla con rejilla, acercándolas a la lumbre con un poco de sal. Mientras hablamos ella continúa vendiendo sus castañas 7 unidades por 1 euro.

Nombre: Isabel Ávila Burgos

Edad: 25 años, Cordobesa

Profesión actual: vendedora de castañas


Y. ¿Cuál es tu experiencia laboral?

Isabel: Tras acabar la EGB, empecé a trabajar, he estado en una fábrica de turrón en Montemayor (Córdoba), también en una carpintería y en las Ferias.

Y. ¿Cómo surgió la idea de montar un puesto de castañas?

Isabel: El puesto es de mi suegro que ya lo puso el año pasado. Este año no ha podido montarlo y lo llevamos entre mi marido y yo, para nosotros es el primer inverno.

Y. ¿Qué horario tienes?

Isabel: estamos aquí todos los días desde las 16:30 hasta las 22:00, los trastos se quedan aquí toda la noche y cuando volvemos está todo en perfecto estado, la gente respeta mucho.


Y. ¿Hay que pagar impuestos?

Isabel: Normalmente se le paga un sello para tres meses al Ayuntamiento, ellos nos facilitan la luz. Ya solo nos quedan un par de semanas aquí.

Y. ¿Cuáles son los secretos de este producto?

Isabel: un representante nos trae castañas de diferentes calibres: el tres, el cuatro o el cinco. El kilo está a 3,80 euros y se venden 7 a 1 euro. Las mejores son las medianas. Nosotros las cortamos y las traemos al puesto le echamos sal, no aportan sabor pero tienen mejor vista de cara al cliente.

Al acabar, no podemos resistir la tentación de comprar un cucurucho de castañas calentitas. Sin más nos despedimos por este año, haciéndonos el propósito de seguir buscando historias que contaros, profesiones que a veces pasan desapercibidas pero es esa especialización la hace la vida mucho más llevadera. FELIZ 2009

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