Ni más ni menos que 10 años está a punto de cumplir la serie ‘Cuéntame como paso’ de La1. Una década ha pasado desde que vimos por primera vez el hogar de una humilde familia madrileña que disfrutaba la victoria de Massiel en Eurovisión con su primera tv. Pocos podrían imaginarse entonces que la serie llegase a firmar capítulos en los que desarrollar la democracia, el divorcio o el golpe de estado de 1981; todo un hito teniendo en cuenta que la serie nació en 1968 y sigue un orden cronológico (actualmente se trata 1978).
En un principio, la serie estaba diseñada para contarnos cómo se vivía en España desde el 68 hasta el fin de la dictadura en 1975. Una época de escasez en una España católica de gentes humildes, conservadora y cerrada a cualquier innovación. La serie rompía audímetros con más del 40% de la audiencia e incluso seguía manteniendo un 35% aprox. cuando empezó a competir frontalmente con ‘Gran Hermano’ en Tele5.
Desde aquellos primeros momentos muchas cosas han cambiado: los Alcántara se han convertido en una familia adinerada, han tenido una nueva hija, el niño Carlitos ya es un adolescente que mantiene sus primeras relaciones sexuales y el colorido de los 70 inunda electrodomésticos y escenarios sumándose a los panfletos políticos de la democracia. Lo que no ha cambiado, al menos significativamente, es su fiel audiencia junto con su gran abanico de edades.
En los últimos 3 años es cierto que la serie empezaba a acusar un pequeño desgaste, pero al suprimir la publicidad en TVE ha conseguido recuperar prácticamente a todos sus fieles.
Un excelente ejercicio de memoria o aprendizaje que de forma amena nos trae La1 cada jueves. Seguro que durante su emisión, algún mayor habrá pensado “qué recuerdos… teníamos dificultades pero teníamos que vivir” o algún joven habrá dicho “¡vaya!, ¡Como han cambiado las cosas! No sé si hubiera podido vivir ahí”.
En 1978 llegan tiempos de cambio, de incertidumbre y de esperanza que seguiremos disfrutando al ritmo de ‘la movida’ involucrándonos en la trama como lo hacíamos diez años atrás.
JOSE LUIS VILLAVERDE
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