¿Qué hay, blogueros de ALGOROCONTIGO? Los hechos noticiosos que se han recogido en los periódicos durante la semana son muy pocos. El asalto de Marruecos al Sáhara Occidental y la situación económica de Irlanda acaparan las portadas de los diarios de información nacional.
La situación que se está viviendo en el Sáhara Occidental es genocida. El País titula en su portada del martes 9 de noviembre el hecho como "Marruecos aplasta por la fuerza la mayor revuelta saharaui". ABC recurre a la portada sensacionalista, al igual que Público en la que la fotografía recoge las jaimas (tiendas nómadas) ardiendo con un titular impactante: "Arde el Sáhara" y "Marruecos incendia el Sáhara. El Mundo habla de "Intifada en El Aaiún", La Razón refleja que "Marruecos reprime a los saharauis y arrasa su campamento de protesta" y La Vanguardia usa un titular más neutral diciendo que hay "máxima tensión por los disturbios en el Sáhara".
Hasta aquí, si leemos las portadas de los periódicos nos queda claro que la antigua colonia española está siendo asaltada por Marruecos. Sin embargo, las fuentes acerca de las víctimas recogen datos diferentes. Según recoge El País, Rabat hablaba de cinco agentes marroquíes apuñalados, a
pedreados o quemados, mientras que del lado saharaui, según su versión, había al menos una víctima mortal y decenas de heridos. Es evidente que cada fuente da la información que más conveniente cree, pero lo más preocupante de este conflicto es que la ONU da una imagen de "lavarse las manos" cuanto su responsabilidad debería de ser la de liderar una salida para rebajar la tensión de la zona.
Por su parte, la situación de Irlanda es alarmante en el aspecto económico. Cada vez más analistas sostienen que el país, con un déficit previsto para este año del 32% del PIB, tendrá que recurrir al Fondo Monetario Internacional y al fondo de emergencia europeo. Lo único que separa a Irlanda de una solución a la griega es que a corto plazo no tiene por qué solicitar ayuda a los mercados. Sin embargo, la Unión Europea ha aliviado a los mercados al asegurar el rescate de Irlanda.
En España, sólo podemos hablar del reproche del Ejecutivo a la violencia ejercida en el Frente Polisario. Además de los saharáuis que están siendo maltratados en su propio territorio, los periodistas que van a El Aaiún a ejercer el derecho de la información acaban siendo retenidos y después expulsados de la zona. No es posible que la libertad informativa y de expresión se pueda ejercer, y las presiones de los marroquíes para ocultar lo que realmente está pasando suponen una barrera para nuestra futura profesión que con la ayuda de todos y todas, debería de ser derribado. Todo el mundo tiene derecho a conocer lo que ocurre en todos los rincones del planeta, pero los intereses de unos pocos dirigentes que evitan dar mala imagen del país impiden a las personas estar realmente informadas. La realidad debería ser conocida por todos y si hablamos de una realidad bien expuesta, mejor.
PABLO MANSILLA
La situación que se está viviendo en el Sáhara Occidental es genocida. El País titula en su portada del martes 9 de noviembre el hecho como "Marruecos aplasta por la fuerza la mayor revuelta saharaui". ABC recurre a la portada sensacionalista, al igual que Público en la que la fotografía recoge las jaimas (tiendas nómadas) ardiendo con un titular impactante: "Arde el Sáhara" y "Marruecos incendia el Sáhara. El Mundo habla de "Intifada en El Aaiún", La Razón refleja que "Marruecos reprime a los saharauis y arrasa su campamento de protesta" y La Vanguardia usa un titular más neutral diciendo que hay "máxima tensión por los disturbios en el Sáhara".
Hasta aquí, si leemos las portadas de los periódicos nos queda claro que la antigua colonia española está siendo asaltada por Marruecos. Sin embargo, las fuentes acerca de las víctimas recogen datos diferentes. Según recoge El País, Rabat hablaba de cinco agentes marroquíes apuñalados, a
pedreados o quemados, mientras que del lado saharaui, según su versión, había al menos una víctima mortal y decenas de heridos. Es evidente que cada fuente da la información que más conveniente cree, pero lo más preocupante de este conflicto es que la ONU da una imagen de "lavarse las manos" cuanto su responsabilidad debería de ser la de liderar una salida para rebajar la tensión de la zona.Por su parte, la situación de Irlanda es alarmante en el aspecto económico. Cada vez más analistas sostienen que el país, con un déficit previsto para este año del 32% del PIB, tendrá que recurrir al Fondo Monetario Internacional y al fondo de emergencia europeo. Lo único que separa a Irlanda de una solución a la griega es que a corto plazo no tiene por qué solicitar ayuda a los mercados. Sin embargo, la Unión Europea ha aliviado a los mercados al asegurar el rescate de Irlanda.
En España, sólo podemos hablar del reproche del Ejecutivo a la violencia ejercida en el Frente Polisario. Además de los saharáuis que están siendo maltratados en su propio territorio, los periodistas que van a El Aaiún a ejercer el derecho de la información acaban siendo retenidos y después expulsados de la zona. No es posible que la libertad informativa y de expresión se pueda ejercer, y las presiones de los marroquíes para ocultar lo que realmente está pasando suponen una barrera para nuestra futura profesión que con la ayuda de todos y todas, debería de ser derribado. Todo el mundo tiene derecho a conocer lo que ocurre en todos los rincones del planeta, pero los intereses de unos pocos dirigentes que evitan dar mala imagen del país impiden a las personas estar realmente informadas. La realidad debería ser conocida por todos y si hablamos de una realidad bien expuesta, mejor.
PABLO MANSILLA
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