La gesta de Marta supone además un desquite tras su frustración olímpica en Pekín, donde se cayó en el antepenúltimo obstáculo cuando se perfilaba para la lucha por los metales. Esta vez, no falló en la ría final, en un mano a mano apasionante con la rusa Yuliya Zarudneva, a la que superó con claridad en los últimos metros.
El oro de Marta es el primero para el atletismo español desde 1999, cuando Abel Antón y Niurka Montalvo subieron a lo más alto del podio en el estadio de La Cartuja de Sevilla como campeones del maratón y el salto de longitud respectivamente.
La final en Berlín, sin ritmo definido, tuvo muchas alternativas. Primero, una fase muy viva, animada por Zarudneva y Galkina, banderas del orgullo ruso tras la eliminación de Yekaterina Volkova, defensora del título, en las eliminatorias. El segundo kilómetro fue más lento, con un grupo de siete corredoras en cabeza y para el final quedó el esplendoroso ritmo de Marta, que completó los últimos mil metros en tres minutos justos.
elmundo.es
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