Pero antes de decir su nombre, quiero pedir perdón si alguien pudo sentirse ofendido por mi actualización de la semana pasada, ya que solo dije lo que sentía y sobre todo lo que me duele es quién tomo por ellos las palabras que iban para otras personas.
Quiero también dar las gracias a Nuria, Maria José, Rocío Domínguez que se me olvidó la semana pasada.
Sin rencores y cambiando de tema, esta semana le dedico mi actualización a mi madre, Isabel. Coincidiendo con que el domingo pasado celebramos el día de la madre, quiero desearle todo lo mejor en esta sección y dedicarle unas pequeñas palabras. Las mismas que le escribí en una carta que le hice llegar el día de la madre:
Querida madre:
Como cada año me pongo delante de un folio para escribirte unas palabras sencillas. Sin embargo cada día de la madre es distinto pasado un año ya que las cosas cambian y la vida va rotando sin miedo a deslizarse.
Hace un año te conté un secreto y conociste que estaba saliendo con una gran persona, Marina. Te agradezco no sabes cuanto el cariño con que la acogiste desde el primer día, sin roces ni celos, solo buscando mi felicidad. Es mucho más sencillo caminar hacia el futuro sabiendo que cuento con el apoyo de quien me dio la vida.
Ha sido un año nada fácil para los dos y estas últimas semanas han sido el remate que faltaba. Por eso no he podido comprarte nada material aunque sé que con estos dos detalles sabrás apreciar todo lo que te quiero.
No sé como agradecerte todo lo que has hecho por mí estas dos semanas de ingreso y sobre todo cada día a lo largo de la vida. Me has visto llorar, reír, enfadarme, pelearme, perdonar e ilusionarme a la vez que desilusionarme. Pero siempre has sabido tener una buena respuesta a cada circunstancia de la vida.
Imagino que cualquier persona diría que su madre es la mejor, pero tú es que tienes algo especial, algo que llena a quien se acerca a ti. Eres sencilla como la madre celestial, eres humilde y para nada tienes maldad, cosa que me ayuda a aprender en esta vida como se ha de actuar.
Todos los que te rodeamos sabemos lo duro que es tu enfermedad y lo que estás pasando. Pero sin menospreciar a nadie, yo tengo una conexión especial contigo. Jamás olvidaré aquel mes de Julio cuando fuimos al Hospital Civil y te dijeron que lo tuyo era difícil de solucionar. Tus lágrimas fueron las mías como siempre que lloras e intenté en un abrazo darte todo mi consuelo.
Sé que a veces no te ayudo lo bastante, que debería poner más de mi parte en colaborar contigo, pero en lo que nadie me gana es en lo que te quiero. Mi hermana y yo llevamos en nuestra sangre el color de la tuya. A ambos nos unió un cordón a ti que se cortó solo físicamente porque interiormente seguimos unidos sin poder separarnos en ningún momento.
Nunca me dejes mamá, porque eres para mí todo mi consuelo. Y por favor, nunca olvides que a tu lado siempre habrá una luz para iluminarte, la de tu hijo que te adora…
Pues eso es todo por esta semana, decir que ya tengo los resultados que han sido buenos dentro de lo que cabe. Gracias por la preocupación personal de muchos. Y a mis niños de catequesis felicitarles por su Primera Comunión la semana pasada o en la convivencia anterior. Muchas Gracias por devolverme la sonrisa.
Os quiere, siempre...
Luis Algoró.
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