El fallecimiento en el hospital Sant Joan de Déu de Esplugues este mediodía de uno de los niños rescatados en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) eleva a cuatro los menores de entre 9 y 12 años que han perdido la vida tras hundirse por la fuerza del viento el pabellón en el que se encontraban. Otras nueve personas, entre ellos siete menores, siguen ingresados por heridas de diversa consideración, aunque uno de los niños se encuentra en estado de gravedad.
Al parecer, una de las fuertes rachas de viento que están atravesando Cataluña, y que en Sant Boi han alcanzado los 110 kilómetros, se ha llevado por delante el techo metálico del pabellón, arrastrando con él una de las paredes que, en su caída, ha atrapado a 20 jugadores infantiles del Club Béisbol y Softbol de Sant Boi, además de a su entrenador y a su delegado.
Un total de 13 dotaciones de los Bomberos de la Generalitat, apoyados por efectivos de Mossos d'Esquadra, Protección Civil y Policía Local, se han encargado de los trabajos de rescate y desescombro, apoyados en todo momento por vecinos de Sant Boi. Unas tareas que culminarán con el derrumbe de la única de las paredes que se ha mantenido en pie durante el siniestro.
Menos gente en el campo de lo habitual
Según han informado fuentes del club y vecinos de Sant Boi a este medio, generalmente los sábados suelen reunirse en el campo de béisbol unas 60 personas. Sin embargo, y precisamente por la fuerza que el viento está demostrando en este municipio del Baix Llobregat, muchos de los niños y sus familiares habrían decidido no acudir a su cita semanal a sabiendas de que no se podría entrenar al aire libre, informa Belén Parra.
Tal y como se ha informado a los medios desplazados hasta allí, el uso del pabellón situado junto al túnel de bateo suele reservarse, precisamente, para el calentamiento de los equipos -desde categoría Benjamín hasta Senior-, además de como resguardo para poder entrenar en días en los que la climatología, como ha sucedido hoy, no acompaña para la práctica del béisbol.
El polideportivo, literalmente desmantelado por el viento, se construyó hace 25 años y nunca ha dado muestras de estar en mal estado. De hecho, según han señalado fuentes del equipo a elmundo.es, en breve iban a ponerse en marcha obras de ampliación para que pudieran entrenar varios equipos a la vez. Además, las únicas modificaciones que se habían realizado a la estructura original se reducen a "obras menores", como la instalación eléctrica.
Las lógicas escenas de desconsuelo entre familiares y vecinos, además, se ven incrementadas por el gran apego que la localidad tiene al club de béisbol, asentado allí desde la década de 1970 y en el que participan decenas de jóvenes y adultos de Sant Boi.
Hasta la instalación deportiva, situada en la confluencia de la calle Riera del Fonollar y la Avinguda Aragó, se han trasladado equipos de psicólogos para atender a víctimas y familiares.
elmundo.es