Del mismo color que el sobre. Blanco inmaculado. Así debió quedarse el primer empleado municipal que tuvo entre sus manos la carta que llegó hace apenas unos días al Ayuntamiento de Marbella de entre la cascada de misivas que pasan la criba de los servicios de seguridad jornada tras jornada. A no ser que su inglés fuera de los montes, solo con ver las palabras 'The White House' y la data -Washington DC- debió cubrir el trayecto hasta la Alcaldía en una milésima de segundo.
Que la visita a la Costa del Sol de la primera dama estadounidense, Michelle Obama, acompañada de su hija Sasha el pasado agosto salió a pedir de boca ya era de sobra conocido, pero lo que pocos esperaban es que la propia protagonista, la mujer del presidente de los Estados Unidos, iba a enviar un escrito de agradecimiento firmado de su puño y letra a la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz.
En apenas ocho líneas, deja clara su gratitud con el trato recibido durante su visita a la ciudad, en la que disfrutó de un paseo por el casco antiguo en la primera jornada de su viaje y de una cena entre amigas justo antes de partir para Palma de Mallorca y poner fin a su periplo por España.
En apenas ocho líneas, deja clara su gratitud con el trato recibido durante su visita a la ciudad, en la que disfrutó de un paseo por el casco antiguo en la primera jornada de su viaje y de una cena entre amigas justo antes de partir para Palma de Mallorca y poner fin a su periplo por España.
Pese a que la carta está fechada el pasado 17 de agosto, no salió desde la Embajada de Estados Unidos en Madrid con destino a la Plaza de Los Naranjos hasta un mes después. Pero como más vale tarde que nunca, lo importante son las palabras que dedica a la ciudad, a la que califica como «tesoro». «Todo el mundo nos recibió con calidez y dulzura», dice en la escueta misiva, al tiempo que agradece la «hospitalidad» y el «apoyo» durante los días que asomó por el municipio, aunque eligió como su cuartel general el hotel Villa Padierna de la vecina localidad de Benahavís, a pocos kilómetros de la Milla de Oro.
«Marbella es tal tesoro que permanecerá en mi mente y en mi memoria durante mucho tiempo», añade la primera dama estadounidense en un folio que ya debe estar guardado como oro en paño entre los documentos más valiosos del Ayuntamiento. O enmarcado, tiempo al tiempo.
SUR.ES
«Marbella es tal tesoro que permanecerá en mi mente y en mi memoria durante mucho tiempo», añade la primera dama estadounidense en un folio que ya debe estar guardado como oro en paño entre los documentos más valiosos del Ayuntamiento. O enmarcado, tiempo al tiempo.
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