Si todo el verano en general es ya muy proclive y nos da mucho pie a que retocemos y gocemos como almas ávidas al ritmo feriante de King África y otros súper-éxitos veraniegos, Agosto es el rey y se le puede coronar con el mes monarca de las ferias, verbenas, festejos y otros evento lúdico-festivos (mira, que bien me ha quedado esto, eh) que hacen que el hombre, como dijo Ortega y Gasset, encuentre su identidad en el festejo colectivo y se teja más entre los ‘entrehilicos’ de la sociedad.
Ahora bien, entre las ferias de Agosto (aunque todas son muy dignas y tradicionales), me gustaría fijarme en la de la ciudad de Málaga porque se está desarrollando estos días y porque es especialmente famosa, sobre todo entre la población ‘guiri’ del mundo. Por que mira que disfruta un guiri en las ferias, eh. Que los pobreticos míos, les das un mapa de la ciudad y con sus chanclas y sus calcetinicos (of course) no dejan de disfrutar, de beber vino y otros refrigerios veraniegos, bailar al son que les toquen y comprar todas las rosas de los chinicos y las gitanas bizcas que les ofrecen por las calles.
Y es que hacen muy bien porque, ¿quién no disfruta una feria? Nos puede gustar más o menos el jolgorio y la jarana pero, ¿quien se resiste a darse una vueltecica por el Real y comerse una buena papa rellena de esas que te chorrean hasta por los codos o a montarse en cualquier cacharrico de esos que te ponen bocabajo treinta y tres veces por segundo y te echan a los pies la papa que te acabas de comer? Seguro que nadie ya que esos raticos son impagables para reírse a gustico, relajarse y descargar la adrenalina que necesitamos con las cosas de la feria.
Porque esa es otra, mira que tienen ‘chominolas’ las ferias eh, que si el de las papas y los chinicos de las florecicas que hemos dicho antes (que los pobreticos hacen más kilómetros que ‘la alsina’), los cacharricos, el turronero, el churrero y las múltiples variantes de casetas y de tómbolas. Seguro que cada lugar en el que se monte una feria le imprime algo especial y Málaga no podía ser menos por lo que todas las cosicas (digamos “fijas”) de una feria, tienen, como no podía ser de otra manera ahora también, ese sabor malagueño que hace esta feria también especial.
Así que, no lo dudéis y disfrutad mucho de vuestra feria como sabéis hacerlo para que, con vuestro disfrute, se contagie a todos los que os visitan estos días porque, de todos los inventos del ser humano, las ferias son quizá el que más falta hace para crear ilusión, alegría y ganas de divertirse sin agobios que, al fin y al cabo de lo que se trata.
Además, a Andalucía le pasa que cuando una hermanica está de fiesta, las otras se unen a su fiesta y se alegran con ella, por eso, desde Jaén, hermana vuestra del oriente andaluz, os deseo que paséis una buena feria y espero que, ya que dicen que cada uno cuenta la feria según le va, os la contéis muy buena y, sobre todo, muy divertida que seguro que será así. así que, a disfrutar sin parar, que la feria es una vez al año y lo bonico de las ferias es hacerlas colectivas, de todos, que la alegría es más grande si se comparte y ¡para esto tenéis en esta feria malagueña millones de oportunidades!
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