Leo en el periódico de mi ciudad, Jaén, que hace unos días se ha iniciado el rodaje de una película netamente jaenera no sólo en la localización de su rodaje (Jaén) sino también en los actores (todos jaeneros) y en la propia trama (vamos, cosas que perfectamente podrían pasar entre olivicos). El proyecto cinematográfico en cuestión se llama “Peatones” y está dirigida por un joven director llamado Juan Antonio Anguita y, como no podría ser de otra manera, aparte de ser jaenera, también cuenta con pocos recursos, es decir, para que me entienda todo el mundo (que yo hablo mejor cuando hablo llanico) que no hay apenas ‘parné’ para hacerla, que los técnicos participan gratis en el proyecto y que hay más imaginación que dinero para que se pueda ver en la salas de cinemascope a todo ‘pal color’ con sonido ‘dolby surround’ y hasta en HD si hace falta, pero todo esto será sin apenas un durico.
Todo esto lo digo, aparte de para hacer promoción de esa película (básicamente porque también creo que hay que apoyar las cosas buenas), porque pienso que este es un buen ejemplo de que, muchas veces, el contar con pocos ‘cuarticos’ para hacer las cosas, agudiza la mente del hombre de a pie (y, claro está, del hombre artista, del hombre director de cine, pintor (de brocha fina o gorda), profesor o de cualquier profesión) para hacer cosas más bonicas y, a veces, con más arte.
Pero, claro está, con esto no digo yo que las grandes superproducciones con ‘muchos dineros’ estén mal, que por supuesto que no, sólo que creo que no hace falta a veces el dinero para hacer fluir el arte. Esto trasladado a la vida, quiere decir, que muchas veces se pueden hacer tantas grandes cosas con un eurico que con diez y que muchas veces bastan las ganas, la voluntad, la imaginación y el arte para poder llegar a hacer cosas grandes y que dejen huella positiva en los demás.
Y es que estoy seguro que esa película va a ser muy bonica porque cuenta, sobre todo, con las ganas y el empeño de seguir adelante de sus creadores. Pero no es sólo la película, es también, como dije antes, la vida. Ahora que sube el IVA (eso también lo he leído en el periódico, no es que sea yo un gurú de la economía ni mucho menos, que si me dedicase yo a la economía tendría menos futuro que Wally con un teléfono móvil o que Rappel en la casa de Novita) y ahora que la crisis no se va ni con agua caliente, os envío un mensaje de ánimo y optimismo para que sepáis que todo esto va a pasar muy prontico y que, mientras pasa, lo que le tenemos que echar es mucha imaginación y empuje para que, entre todos, poquito a poquito, podamos poner una sonrisica que sale del corazón a las divisas, ‘los petróleos’, ‘los Ibex’ y otras cosas económicas que no entendemos nadie.
Así que, lo dicho, a animarse y a echarle imaginación a la vida que, por mucho que nos digan las noticias que el gasoil está muy caro o que hay cosas que se congelan, el dinero nunca podrá sustituir a las personas y además sonreír y la felicidad seguirán siendo gratis total. Así que, si me lo permitís, creo que voy a cambiar el refrán y en vez de decir “Dame ‘dineros’ y no me des consejos”, yo diría “Dame imaginación, dame consejos y, puestos a dar, dame también un besico ya de paso” ¡Sed felices!
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