La alegría parece que retorna al lugar de donde nunca debió salir.
Últimamente te faltaba algo, pero ahora vuelve a latir tu corazón al mejor ritmo.
Incluso se nota más fuerza en tu interior, en un lugar que parece de oro.
¿Sabes? Nunca pasa lo que más te esperas, pero tampoco lo que menos.
Quiero invitarte, ahora que te sientes mejor, a seguir cumpliendo tus sueños y metas. No te des por vencido. Hay mucha vida por recorrer, tendrá sus momentos malos pero en la maleta siempre hay sitio para los amigos. Aunque sean pequeños.
No olvides llevarte de viaje un poco de ilusión, alguna que otra sonrisa y esa foto que tantos buenos recuerdos te hace recordar. Guarda también un poco de infancia, ponla al lado de la madurez pero deja en tierra la cabezonería.
Y si te entra en la maleta, no olvides el amor. Si no entra, llévalo encima.
Allí, al fondo, donde la mar y la tierra se funden, queda mi destino. Voy al lugar donde hace falta un poco de esa alegría tan necesaria. Tu camino es más recto, y seguro que llegas antes, llámame en cuanto llegues y sé feliz.
¿Mi transporte? Mis pies. ¿Mi equipaje? Una manta, para el frío y Tú, en mi corazón.
(Para que recuerdes quién eres, en esos días en los que te sientes perdido. Perdona si alguna vez no he sabido ser feliz contigo.
PD: Me debes una foto, los 2 juntos).
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