Con los incesantes bombardeos de política que consumimos estos días, no nos damos cuenta o se nos esconde la llegada de la Semana Mayor para los cristianos.
El auge de las procesiones que apreciamos desde los años 80 han distorsionado el auténtico valor de estas fiestas: la Semana Santa es un espectáculo para foráneos y gente de aquí, un bálsamo económico para el sector turístico, una medida de vender la ciudad para las instituciones e incluso un medio de lucimiento personal, para que amigos y vecinos vean lo buen cristiano que eres.
¿Pero qué es la Semana Santa para el cristiano? Recogimiento, celebración y oración. En estos días el creyente se recoge en su interior y desde ahí busca al Jesús más Dios que pronto morirá. En las procesiones ora a Cristo y a su Madre. Pero también conmemora su salvación con la Muerte y Resurrección de Jesús, que dio todo para salvarnos. Nos dio su vida.
Y aunque pocos lo crean, Jesucristo es mucho más que una presencia física en madera que va encima de unas andas procesionales. Es el niño que va a pedirle cera al nazareno. “Dejad que los niños se acerquen a mí”. Es ese hombre que camina descalzo y en silencio, ecce homo. Es el joven que busca unos ojos verdes queriendo Gaudeamus. Pero también es aquella mujer que se acerca a su hijo, hermana, marido... y que se convierte en Salud de los Enfermos. Porque sin Madre, no habría Semana.
Esta fiesta puede vivirse de muchas formas posibles. Aquí se expone una...
“Alegrémonos, pues” (Gaudeamus igitur)
1 comentario:
Viva la Semana Santa!!! Joer, ya estoy deseando de que llegue el Domingo de Ramos para poder salir en procesión y, como dices, que los niños me pidan ramas de la palma, ese olor a incienso que tanto me gusta, las saetas cuarteleras, la cruz de guía, los estandartes, las marchas, ...
Viva Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén y Mª Santísima de la Estrella!!!!!!
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