Los familiares de los tripulantes del pesquero 'Alakrana', secuestrado hace 36 días en aguas del Índico, ya se han cansado del silencio y hoy han alzado juntos la voz. En una rueda de prensa conjunta en Bermeo, han exigido al Gobierno la liberación de los dos piratas detenidos pocas horas después de que el Gobierno asegurara que esto "no es negociable".
En la comparecencia, los allegados han leído declaración en la que han exigido a las instituciones competentes que "actúen inmediatamente, que hagan todo lo que esté en sus manos para traer a los 36 tripulantes cuanto antes a sus casas" y que sus vidas "deben ser ahora la prioridad y no cualquier otro interés".
La preocupación de los familiares es extrema después de que ayer, según el patrón del buque, los piratas somalíes que mantienen secuestrado al pesquero desembarcaran a tres marineros -dos gallegos y uno vasco- a tierra y amenazaran con ir matando a la tripulación si en el plazo de tres días no se liberaba a sus dos compatriotas presos en España.
Argi Galbarriatu, hermana del capitán del barco, Iker Galbarriatu, ha explicado que la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, les "dejó claro" ayer, durante la reunión que mantuvo con ellos en Bilbao, que la liberación de los piratas es difícil porque no está en manos del Gobierno sino de la Audiencia Nacional.
En la rueda de prensa también ha intervenido María Ángeles Jiménez, esposa del engrasador del barco, Gaizka Iturbe, que ha exigido al Gobierno "que se ponga a trabajar" y a los partidos políticos, "que hagan un frente común con el Gobierno". "Cuando nuestros maridos estén en casa que se den de palos si quieren, pero ahora que no politicen. Todos a una, como en Fuenteovejuna", ha subrayado, al tiempo que ha suplicado al Gobierno que no contemple la posibilidad de un asalto del Ejército al barco.
En la comparecencia, los allegados han leído declaración en la que han exigido a las instituciones competentes que "actúen inmediatamente, que hagan todo lo que esté en sus manos para traer a los 36 tripulantes cuanto antes a sus casas" y que sus vidas "deben ser ahora la prioridad y no cualquier otro interés".
La preocupación de los familiares es extrema después de que ayer, según el patrón del buque, los piratas somalíes que mantienen secuestrado al pesquero desembarcaran a tres marineros -dos gallegos y uno vasco- a tierra y amenazaran con ir matando a la tripulación si en el plazo de tres días no se liberaba a sus dos compatriotas presos en España.
Argi Galbarriatu, hermana del capitán del barco, Iker Galbarriatu, ha explicado que la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, les "dejó claro" ayer, durante la reunión que mantuvo con ellos en Bilbao, que la liberación de los piratas es difícil porque no está en manos del Gobierno sino de la Audiencia Nacional.
En la rueda de prensa también ha intervenido María Ángeles Jiménez, esposa del engrasador del barco, Gaizka Iturbe, que ha exigido al Gobierno "que se ponga a trabajar" y a los partidos políticos, "que hagan un frente común con el Gobierno". "Cuando nuestros maridos estén en casa que se den de palos si quieren, pero ahora que no politicen. Todos a una, como en Fuenteovejuna", ha subrayado, al tiempo que ha suplicado al Gobierno que no contemple la posibilidad de un asalto del Ejército al barco.
sur.es
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