Está en boca de todos pero todavía hay quien piensa que si no se habla de ella o se evita hablar del tema es como si no existiera, o mejor aún como si no se dejara sentir en el bolsillo de todos los españoles.
Desde luego, que no se debe ser catastrofista creando alarmas sociales innecesarias y no está mal ser optimista al pensar que todo pasará, pero de ahí a obviar la realidad dista mucho. Hay que enfrentarse a los hechos, y no por esconderlos debajo de la alfombra o ignorarlos se superará la “fluctuación” económica.
Que no llegamos a fin de mes es un hecho, que los alimentos básicos han subido, una realidad y que decenas de familias no pueden pagar la hipoteca es una herida sangrante en la que unos pequeños apósitos no son capaces de contener la hemorragia que desangra la economía española.
A todo esto la respuesta del entendido es que debemos seguir gastando que la economía se sostiene con el consumismo de todos.
En fin, haré este mes un ejercicio de contrición y me iré de rebajas en pro de la economía española.
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