NOTICIA: TIROTEO EN ALEMANIA A MANOS DE UN JOVEN DE 17 AÑOS.

Vestido de un uniforme paramilitar negro, encapuchado y con una pistola automática, un joven de 17 años ha protagonizado la peor matanza que se recuerda en un colegio en Alemania en los últimos siete años. Al menos 15 personas han sido asesinadas y varias han resultado heridas cuando un ex estudiante de la escuela de secundaria Albertiller, de la localidad de Winnenden, al suroeste del país, ha abierto fuego contra "todo lo que se movía", según ha asegurado un portavoz policial.

Los disparos han matado al menos a nueve estudiantes y tres profesores, según los últimos datos de la policía, mientras varias personas más han resultado heridas. Después, el agresor se ha dado a la fuga y en la huida por las calles de Winnenden, una ciudad de 27.000 habitantes, también disparó contra otra persona cerca de una clínica psiquiátrica. El colegio, de 1.000 estudiantes, fue evacuado mientras las fuerzas del orden lanzaban un dispositivo con helicópteros y coches para encontrar al joven.

La policía alemana ha informado que el joven fue alcanzado mortalmente durante un tiroteo con los agentes en un supermercado de la localidad de Wendlingen, a 40 kilómetros del lugar de la masacre, en el que murieron dos viandantes y resultaron heridos dos agentes. Medios alemanes comentaron que algunos policías registraron la vivienda del agresor, en la que su padre guarda una gran colección de armas.

Trágica historia

Varios tiroteos en colegios han sacudido a Alemania en los últimos años. En 2006, un hombre enmascarado y cargado de explosivos y un rifle abrió fuego en una escuela de la ciudad de Emsdetten, al oeste del país. Fueron heridas 11 personas antes de que el autor del hecho se suicidara. En abril de 2002, la sociedad alemana sufrió el peor tiroteo que se recuerda cuando otro hombre armado mató a 16 personas y después se quitó la vida en la ciudad de Erfurt.

Este tiroteo coincide hoy con otro registrado en Estados Unidos, donde un hombre se ha suicidado después de matar a 10 personas, todas ellas miembros de su familia, en el Estado de Alabama.

FUENTE: ELPAIS.ES