Pese a estar malo en cama y cuando ya la fiebre parece que ha dado paso al malestar gástrico, no podía dejar pasar este día sin deterner mi tren en esta estación donde nos encontramos cada día y en el que comparto miles de emociones y sentimientos.
Como muchos saben y otros podrán conocerlo en este instante, hoy se unen dos patitos para festejar un año más. Así es, hoy cumplo 22 años. Y es que en un miércoles soleado de 1989, mientras que el Rey Don Juan Carlos inauguraba el Teatro Cervantes, éste que les escribe daba sus primeros soplos de vida para años más tarde querer dedicarse al periodismo y latir con la actualidad como puede notarse en esta bitácora.
Hoy creo que es el momento de hacer repaso a todos estos años que ya quedan atrás, algunos más cercanos que otros, pero todos con sus buenos y malos ratos, con virtudes y defectos, con logros y fracasos, pero todos inolvidables.
Por supuesto quiero utilizar este post para dar las GRACIAS, ya que creo, es la palabra más bella junto con PERDÓN que aparece en el diccionario. Por eso antes de nada quiero pedir perdón si a alguien pude ofender o faltar el respeto en alguna ocasión porque quien me conoce sabe que el hacer daño no está dentro de mis ideas. Perdón a quien quiso tenderme la mano y me solté demasiado pronto, a quién me dió su aire y quise respirar solo o a quien luchó por sobrellevarme y me quedé en el intento.
Pero por supuesto, GRACIAS. A todos mis familiares, especialmente a la que me dió la vida puesto que hoy nada tendría sentido sin el aliento de mi madre y su lucha constante pese a nuestras dificultades respecto a la salud. Mi agradecimiento a todos esos compañeros de colegio e instituto que compartieron conmigo horas de enseñanza y aprendizaje pero sobre todo momentos de crecimiento personal y búsqueda de sueños. Al igual que a esos compis universitarios que en breve serán periodistas y espero compañeros de por vida en este gran pero difícil oficio que hemos decidido escoger.
A los amigos sinceros, los que están siempre, los que escuchan y saben aconsejar, los que esperan y desean lo mejor para mi vida, GRACIAS.
A quien desde su carácter especial me enseñó el valor de vivir, a mis compañeros y amigos de la Asociación Una Realidad Más y de mi parroquia. Además no me olvido de todas las personas que han ido pasando por mi camino, a mis niños que ya son hombres y mujeres pero también a los que siguen siendo pequeñajos, a todos y cada uno GRACIAS.
Ahora es el momento de recuperarme porque lo difícil estará en sembrar estos 22 años que la vida hoy me da, de felicidad, ese es el mayor reto y lo quiero compartir con ustedes.
Les quiere, algo más mayor...
Luis Algoró
Como muchos saben y otros podrán conocerlo en este instante, hoy se unen dos patitos para festejar un año más. Así es, hoy cumplo 22 años. Y es que en un miércoles soleado de 1989, mientras que el Rey Don Juan Carlos inauguraba el Teatro Cervantes, éste que les escribe daba sus primeros soplos de vida para años más tarde querer dedicarse al periodismo y latir con la actualidad como puede notarse en esta bitácora.
Hoy creo que es el momento de hacer repaso a todos estos años que ya quedan atrás, algunos más cercanos que otros, pero todos con sus buenos y malos ratos, con virtudes y defectos, con logros y fracasos, pero todos inolvidables.
Por supuesto quiero utilizar este post para dar las GRACIAS, ya que creo, es la palabra más bella junto con PERDÓN que aparece en el diccionario. Por eso antes de nada quiero pedir perdón si a alguien pude ofender o faltar el respeto en alguna ocasión porque quien me conoce sabe que el hacer daño no está dentro de mis ideas. Perdón a quien quiso tenderme la mano y me solté demasiado pronto, a quién me dió su aire y quise respirar solo o a quien luchó por sobrellevarme y me quedé en el intento.
Pero por supuesto, GRACIAS. A todos mis familiares, especialmente a la que me dió la vida puesto que hoy nada tendría sentido sin el aliento de mi madre y su lucha constante pese a nuestras dificultades respecto a la salud. Mi agradecimiento a todos esos compañeros de colegio e instituto que compartieron conmigo horas de enseñanza y aprendizaje pero sobre todo momentos de crecimiento personal y búsqueda de sueños. Al igual que a esos compis universitarios que en breve serán periodistas y espero compañeros de por vida en este gran pero difícil oficio que hemos decidido escoger.
A los amigos sinceros, los que están siempre, los que escuchan y saben aconsejar, los que esperan y desean lo mejor para mi vida, GRACIAS.
A quien desde su carácter especial me enseñó el valor de vivir, a mis compañeros y amigos de la Asociación Una Realidad Más y de mi parroquia. Además no me olvido de todas las personas que han ido pasando por mi camino, a mis niños que ya son hombres y mujeres pero también a los que siguen siendo pequeñajos, a todos y cada uno GRACIAS.
Ahora es el momento de recuperarme porque lo difícil estará en sembrar estos 22 años que la vida hoy me da, de felicidad, ese es el mayor reto y lo quiero compartir con ustedes.
Les quiere, algo más mayor...
Luis Algoró
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