Esta semana además de que estamos ya en Navidad, solo quiero dar una biznaga. Una biznaga que se haga tan grande y hermosa que toque el cielo y lleve hasta allí su olor más puro.
Ayer, día 22, me volví a subir al escenario de mi instituto para presentar las dos sesiones de la gala benéfica y no pude evitar acordarme de él, mi heroe, el ángel de muchos. En el día de ayer muchos nos acordamos que hacía dos años de su pérdida. Además el día lluvioso y oscuro nos recordaba a aquel 22 de diciembre de 2007 cuando nuestro ángel decidió volar.
La biznaga de esta semana va dedicada en nombre de muchos para Antonio David Cobos, compañero del instituo Fernando de los Ríos, amigo de la Parroquia y compañero de camino de muchos que ahora leen estas letras. Tras una durísima enfermedad nos dejó por Navidad y aquella lluvia eran lágrimas, nadie podía creer lo sucedido. Aún no me lo creo, pero intento aceptarlo sabiendo que está féliz descansando sobre las nubes.
Recuerdo aquel día como si fuera ayer, donde estaba cuandor recibí la noticia de mano de mi amigo-hermano Juanma. Él con solo dos palabras supo informarme de algo tan duro. Las lágrimas recorrieron mi cara pero mi corazón sabía que desde ese momento una estrella brillaría más en el cielo.
No hay palabras para poder consolar la pérdida de un ser joven con 18 años pero tampoco las hay para describir la fuerza y el cariño con los que la familia de David lucharon para mantenerlo en este mundo. Cuando sus alas decidieron empezar a moverse, todos lo vimos irse sabiendo que con él se iban sus ilusiones, sus sueños, su futuro pero a la par se llevaba los corazones de todos los que le conocimos.
Ahora dos años después y desde el cariño, de corazón, para mantener viva su memoria quiero dedicarle la biznaga de esta semana y decirle que desde aquí sabemos que le tenemos a nuestro lado caminando.
Jamás te olvidará...
Luis Algoró
(en nombre de muchos a los que invito a dejar su comentario).
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