Dos de ellos son agentes de la Ertzaintza. Ambos presentaban daños en sus oídos a consecuencia de la onda expansiva, por lo que fueron atendidos en el mismo lugar por una ambulancia. Una tercera persona también precisó asistencia médica al sufrir varios cortes de cristal en la cara.
La bomba contenía entre tres y cinco kilos de explosivo, todavía sin determinar, según el Departamento de Interior del Gobierno vasco. El explosivo estaba dentro de una mochila, que contenía también un temporizador preparado para estallar a una determinada hora.
El artefacto ha causado daños en la fachada del edificio y en el soportal, así como en las cristaleras de una vivienda situada a 50 metros del lugar de la explosión, en la que posiblemente se encontraba el tercer herido. La calle Nafarroa, donde se ha perpetrado el atentado, se encuentra en una zona residencial de esta localidad costera y turística, en la que hay edificios de cuatro o cinco alturas, rodeados de jardines.
ELMUNDO.ES
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