PEKÍN.- "Compatriotas chinos, en un desastre de esta gravedad, necesitamos calma, confianza, coraje y una organización eficiente". El desastre al que aludía el lunes el primer ministro chino, Wen Jiabao, es el terremoto registrado a mediodía en la provincia de Sichuan —en el suroeste del país—, que ha causado al menos 8.500 muertos y miles de heridos. A este drama se une el sufrimiento de centenares de víctimas que han quedado atrapadas en escuelas, fábricas y otros edificios derruidos.
Las autoridades de Sichuan han difundido por el momento un balance de 8.533 víctimas mortales, sólo en la provincia, y más de 10.000 heridos.
El Servicio Geológico de EEUU informó en su pagina web de que el seísmo principal sacudió la región a mediodía, hora local (6.28 horas GMT), a una profundidad de 10 kilómetros. Posteriormente se registraron más de 300 réplicas, algunas de ellas de 6 grados en la escala de Richter.
La Cruz Roja de China ha enviado una partida de 557 tiendas de campaña y 2.500 mantas al condado de Wenchuan, dentro de la provincia de Sichuan.
Al material de salvamento, enviado desde la capital provincial Chengdu y valorado en 113.000 dólares según la agencia oficial Xinhua, se une el traslado de 5.000 efectivos del Ejército de Liberación Popular chino, que se unen a los 2.900 soldados ya estacionados en Sichuan.
Agencias.
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