Hoy es el día de las madres y por ello quiero hacer homenaje hoy desde mi blog a esa que es ejemplo y vida, mi madre Isabel, a la que hoy felicito especialmente.
Cada día es una oportunidad para demostrarle que la quiero, que la admiro, que sigo sus pasos, pero quizás el pasar rápido del tiempo haga que no me detenga a hacerlo y que tenga que ser en días como este primer domingo de mayo cuando le diga todo lo que siento.
Con ella nací y comencé a ver los primeros rayos del medio día, ella me cogió en sus brazos y al son de una nana me recibía y me daba a conocer el mundo al que había llegado. Y como una nana, ha sido la vida gracias a ella, la nana a veces ha tenido tonos agudos y otros graves, ha sonado más rápido o más lento, ha llegado más lejos o más cerca, pero siempre ha intentado poner música a mi caminar para no dejarme escuchar lo que me impidiese seguir adelante.
Una madre como todas pero especial para mi, imparable, constante, elegante, servicial, atenta, humana, sensible, preocupada por los demás, una madre con un corazón gigante. Ella me ha visto sufrir ante mi enfermedad, gracias a ella pude saber lo que tenía para intentar ahora mejorarme, gracias a ella que me entendía, que sabía que algo no iba bien, que no estaba en mi mejor momento. Por eso con ella también estuve, he estado y estaré siempre que le haga falta, cuando enferme, cuando cante, cuando sueñe o cuando llore siempre seré pañuelo parar secar sus lágrimas, que son también las mías.
Hoy quiero darte las gracias por tu constante cariño y esfuerzo para verme crecer, por tu alegría al verme ilusionarme con la vida y con el amor, por tu sincera compañía y tu entera disposición.
SIN MÁS, DARTE LAS GRACIAS, DECIRTE QUE TE QUIERO Y QUE SIEMPRE ESTARÁS EN MI CORAZÓN COMPARTIENDO MORADA CON TODOS A LOS QUE QUIERO Y QUE LOS QUIERO POR QUERERTE A TI TAMBIÉN.
A MI MADRE, 4 MAYO 2008. En la foto mi madre y una futura mamá, mi hermana.
LUIS ALGORÓ.
Cada día es una oportunidad para demostrarle que la quiero, que la admiro, que sigo sus pasos, pero quizás el pasar rápido del tiempo haga que no me detenga a hacerlo y que tenga que ser en días como este primer domingo de mayo cuando le diga todo lo que siento.
Con ella nací y comencé a ver los primeros rayos del medio día, ella me cogió en sus brazos y al son de una nana me recibía y me daba a conocer el mundo al que había llegado. Y como una nana, ha sido la vida gracias a ella, la nana a veces ha tenido tonos agudos y otros graves, ha sonado más rápido o más lento, ha llegado más lejos o más cerca, pero siempre ha intentado poner música a mi caminar para no dejarme escuchar lo que me impidiese seguir adelante.
Una madre como todas pero especial para mi, imparable, constante, elegante, servicial, atenta, humana, sensible, preocupada por los demás, una madre con un corazón gigante. Ella me ha visto sufrir ante mi enfermedad, gracias a ella pude saber lo que tenía para intentar ahora mejorarme, gracias a ella que me entendía, que sabía que algo no iba bien, que no estaba en mi mejor momento. Por eso con ella también estuve, he estado y estaré siempre que le haga falta, cuando enferme, cuando cante, cuando sueñe o cuando llore siempre seré pañuelo parar secar sus lágrimas, que son también las mías.
Hoy quiero darte las gracias por tu constante cariño y esfuerzo para verme crecer, por tu alegría al verme ilusionarme con la vida y con el amor, por tu sincera compañía y tu entera disposición.
SIN MÁS, DARTE LAS GRACIAS, DECIRTE QUE TE QUIERO Y QUE SIEMPRE ESTARÁS EN MI CORAZÓN COMPARTIENDO MORADA CON TODOS A LOS QUE QUIERO Y QUE LOS QUIERO POR QUERERTE A TI TAMBIÉN.
A MI MADRE, 4 MAYO 2008. En la foto mi madre y una futura mamá, mi hermana.
LUIS ALGORÓ.
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