Por primera vez en décadas, todos los venezolanos, sin distinciones políticas, aplauden un gesto de Hugo Chávez. Pálido y visiblemente extenuado, el presidente admitió la victoria de sus adversarios en el referendo sobre las reformas que pretendía impulsar. El bloque del 'no' obtuvo un 50,7% de los votos frente al 49.2% de quienes apoyaban al oficialismo.
Vestido con su simbólica camisa roja y forzando una sonrisa, el presidente dijo: "Agradezco a quienes apoyaron el camino que trazamos hacia el nuevo socialismo, pero igualmente a quienes votaron en contra. Han demostrado al mundo, y a sí mismos, que Venezuela es una democracia viva. Ahora con el corazón les pido que olviden los saltos al vacío (conspiraciones) y se unan a nosotros en la construcción de un país mejor".
El mundo.
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