RODIN EN CALLE LARIOS

Más de un siglo después, algunas de las obras más afamadas de Auguste Rodin (París, 1840 - Meudon, 1917) se erigen sobre la vía pública de Málaga en una iniciativa conjunta de la Obra Social ”la Caixa” y el Ayuntamiento de Málaga. Concretamente, en la entrada de la calle del Marqués de Larios. Esta exposición inédita se presenta por vez primera en Málaga y luego viajará a Granada y Valladolid. La muestra está comisariada por Hélène Marraud, del Musée Rodin de París

Auguste Rodin en Málaga reúne siete esculturas monumentales del Musée Rodin de París: El Pensador (que el maestro concibió en un inicio para formar parte del grupo escultórico de La Puerta del Infierno pero que acabó cobrando vida autónoma), y seis estudios de cinco de los seis prohombres que conforman el Monumento a los burgueses de Calais (en el caso de Pierre de Wissant se exhiben dos estudios monumentales).

La exposición forma parte del programa Arte en la Calle, una iniciativa pionera de la Obra Social ”la Caixa” cuyo objetivo es el de sacar el arte de las salas de exposiciones, devolverlo al espacio público y provocar un diálogo con la arquitectura. Nunca mejor dicho en el caso de Rodin, quien concibió sus esculturas para ser expuestas al aire libre.

No cabe duda de que el principal objetivo de Rodin era acercar más las obras al paseante, a todo el mundo. Y es que, cuando la escultura «invade» la ciudad, no hay otra razón: cuando Rodin elige colocar el monumental grupo de Los burgueses de Calais sobre un alto pedestal para que la escultura se recorte sobre el cielo, o cuando, por el contrario, lo hace sobre un pedestal muy bajo «para que el público pueda penetrar en la esencia del tema, como en las sepulturas de las iglesias», la intención del artista siempre es buscar la armonía entre el lugar y la representación, pensando en el espectador. Veamos por ejemplo el caso de El pensador: tanto en 1906, cuando fue colocado en el corazón de la capital francesa frente a un Panteón que rinde homenaje a los hombres ilustres, como en 1922, momento en que ocupó su lugar en los jardines del Musée Rodin, la escultura se adapta a su espacio, y pasa de ser una imagen de carácter más político y social a convertirse en la tan conocida representación del creador

universal.

Las ciudades de Málaga, Granada y Valladolid se convierten ahora en el espacio de exposición de la obra de Rodin. Sus calles y plazas, habitantes y visitantes y la luz conforman un vivo e inédito marco para estas monumentales estatuas. Los lugares tienen su propia memoria, y la escultura universalidad, y en esa confluencia encuentra la obra una nueva lectura.

Agradezco a Alberto su colaboración con la imagen en este blog de El pensador en Calle Larios.