El Málaga comienza a carburar. Ese paso más en la preparación que había anunciado Antonio Tapia quedó patente anoche en la segunda parte del Torneo Costa del Sol, que finalmente se quedó en casa. Después de una primera con más arrojo que calidad e ideas remontó ante el Betis. Experimentó una clara mejoría de la mano de Apoño -fallón en los últimos minutos-, pero también cuando volvió a jugar por las dos bandas (con Cheli y Eliseu, protagonistas en los dos goles locales), y no sólo por la izquierda.
La acumulación de extremos izquierdos, la escasez de delanteros -Fernando está lesionado y Salva arrastra molestias otra vez- y la ausencia de un lateral izquierdo de recambio por la baja de Rossato provocaron ayer que el Málaga presentara en el Torneo Costa del Sol un equipo plagado de jugadores en demarcaciones poco habituales. La tripleta de escoltas de Baha, el único punta disponible, estuvo integrada por tres zurdos (Luque en la derecha, Duda en el centro y Calleja por la izquierda), y Nacho comenzó a ejercer como defensa en un costado. Enfrente, un Betis estructurado, con futbolistas en su sitio y con un valladar en la medular para darle equilibrio, el turco Mehmet Aurelio. Simplemente ese detalle puede dar fe de lo que fue el partido antes del descanso.
El Málaga ofreció movilidad desde el principio y trató de imponer la fórmula del éxito en el fútbol actual: presionar, robar y salir. Lo consiguió en cierto modo, aunque le faltó más frescura física y mental en el último cuarto de campo para aprovechar las imprecisiones béticas. Por no hablar de que el fútbol se volcó a la zona de Preferencia, lo que convirtió en muy previsible su juego. A cambio, el equipo verdiblanco jugaba a placer, con pilares más sólidos, con el deseado hormigón en algunas zonas. Paco Chaparro cuenta con la base de la pasada temporada y encima ha reforzado la estructura defensiva con Mehmet Aurelio (por delante de la zaga) y Emana (incansable en la presión).
Total, el Málaga llevó el peso en la primera parte, pero sólo inquietó a Casto en dos disparos de Luque, uno de ellos por encima del larguero y otro en un libre directo. Por contra, el Betis se adelantó tras una brillante acción de Emana y se dejó ver en otro par de destellos.
Apoño y Lolo
Tras el descanso Tapia reestructuró el equipo con cinco cambios y, aunque la dinámica se mantuvo al comienzo, luego emergió la figura de Apoño para darle criterio al juego. Muchas miradas estaban centradas en Lolo después de sus actuaciones en Marbella y Huelva, pero dio la impresión de que le pesó el poco ambiente de La Rosaleda. Apoño comenzó a diseñar el juego del equipo con un pase al hueco y también el equipo pareció despertar del letargo.
Como si hubiera descubierto repentinamente que el Betis no era una roca y que tenía fisuras. Además, Cheli, claramente motivado, comenzó a dejarse ver y a la postre encontró la recompensa de un espectacular gol tras un zapatazo desde fuera del área. La segunda parte mostró a un Málaga con más ideas, sólido atrás, más decidido en las transiciones y con verticalidad por ambas bandas, no como en la primera.
Además, Chaparro cambió de golpe a nueve jugadores, lo que también contribuyó a que el equipo blanquiazul comenzara a creer en la remontada. El gol del triunfo llegó en una combinación entre Duda, Eliseu, Baha y Weligton. Un buen síntoma. Aunque todavía queda mucho. Muchísimo.
Fuente:sur.es.
La acumulación de extremos izquierdos, la escasez de delanteros -Fernando está lesionado y Salva arrastra molestias otra vez- y la ausencia de un lateral izquierdo de recambio por la baja de Rossato provocaron ayer que el Málaga presentara en el Torneo Costa del Sol un equipo plagado de jugadores en demarcaciones poco habituales. La tripleta de escoltas de Baha, el único punta disponible, estuvo integrada por tres zurdos (Luque en la derecha, Duda en el centro y Calleja por la izquierda), y Nacho comenzó a ejercer como defensa en un costado. Enfrente, un Betis estructurado, con futbolistas en su sitio y con un valladar en la medular para darle equilibrio, el turco Mehmet Aurelio. Simplemente ese detalle puede dar fe de lo que fue el partido antes del descanso.
El Málaga ofreció movilidad desde el principio y trató de imponer la fórmula del éxito en el fútbol actual: presionar, robar y salir. Lo consiguió en cierto modo, aunque le faltó más frescura física y mental en el último cuarto de campo para aprovechar las imprecisiones béticas. Por no hablar de que el fútbol se volcó a la zona de Preferencia, lo que convirtió en muy previsible su juego. A cambio, el equipo verdiblanco jugaba a placer, con pilares más sólidos, con el deseado hormigón en algunas zonas. Paco Chaparro cuenta con la base de la pasada temporada y encima ha reforzado la estructura defensiva con Mehmet Aurelio (por delante de la zaga) y Emana (incansable en la presión).
Total, el Málaga llevó el peso en la primera parte, pero sólo inquietó a Casto en dos disparos de Luque, uno de ellos por encima del larguero y otro en un libre directo. Por contra, el Betis se adelantó tras una brillante acción de Emana y se dejó ver en otro par de destellos.
Apoño y Lolo
Tras el descanso Tapia reestructuró el equipo con cinco cambios y, aunque la dinámica se mantuvo al comienzo, luego emergió la figura de Apoño para darle criterio al juego. Muchas miradas estaban centradas en Lolo después de sus actuaciones en Marbella y Huelva, pero dio la impresión de que le pesó el poco ambiente de La Rosaleda. Apoño comenzó a diseñar el juego del equipo con un pase al hueco y también el equipo pareció despertar del letargo.
Como si hubiera descubierto repentinamente que el Betis no era una roca y que tenía fisuras. Además, Cheli, claramente motivado, comenzó a dejarse ver y a la postre encontró la recompensa de un espectacular gol tras un zapatazo desde fuera del área. La segunda parte mostró a un Málaga con más ideas, sólido atrás, más decidido en las transiciones y con verticalidad por ambas bandas, no como en la primera.
Además, Chaparro cambió de golpe a nueve jugadores, lo que también contribuyó a que el equipo blanquiazul comenzara a creer en la remontada. El gol del triunfo llegó en una combinación entre Duda, Eliseu, Baha y Weligton. Un buen síntoma. Aunque todavía queda mucho. Muchísimo.
Fuente:sur.es.
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