El ocio es el tiempo libre que los individuos aprovechan para relajarse o practicar alguna actividad de esparcimiento y recreo. Sólo o acompañado, practicando ejercicio físico de forma dinámica o algo más intelectual y reposado, sea cual sea nuestro carácter hay actividades para todos los gustos.
Pero me voy a centrar en una actividad especialmente, que se realiza de manera grupal, estática y con un cilindro de cristal o de plástico, de colores variopintos y cuyo denominador común es el alcohol.
La fiesta etílica, botellón para los amigos. Es el lugar de reunión donde miles de jóvenes se dan cita a celebrar en un baño de multitudes, que son jóvenes y que eligen su forma de entretenerse. Su premisa era que la bebida en los establecimientos era cara y el horario demasiado estricto.
Así que ante el sistema establecido surge como símbolo antisistema, el botellón, cuyo modelo se ha extendido y no hay ciudad que se precie que no tenga su botellódromo institucionalmente marcado, como aquí en la ciudad de Málaga, que tenemos el Paseo de los Curas y que cada viernes noche se cierra al tráfico y habilitándose como bebedero.
Aunque no es necesaria tanta parafernalia en Granada, los estudiantes se atrincheraron en la explanada de una gasolinera, saltándose a la torera las medidas de seguridad y añadiendo un plus de emoción al evento.
Este moderno fenómeno social ha desterrado a los antiguos paseos por los parques, o como no, los centros comerciales donde uno iba a ligar, a hablar y a compartir el tiempo con los amigos a la par que lucía palmito entre escaparate y escaparate.
Pero como las modas mandan, el ser humano se adapta a las nuevas formas de divertimento y deja que surja la magia nocturna, ¿cuántos amores de botellón habrán surgido durante la noche, al amparo del cielo estrellado y el olor a litrona?
Quizá lo menos prosaico de sistema es que produce muchos daños colaterales, tanto personales como públicos, hasta el mobiliario y el entorno urbano se resienten con este tipo de celebraciones, lo sabemos todos y no entraré en detalles.
Personalmente alabo la capacidad de convocatoria que tiene esta práctica, como se difunde el mensaje, boca a boca, sms o email, movilizando cantidades ingentes de personas, que en masa toman un lugar, lástima que esa energía no se utilice en algo constructivo y del que todos salgamos beneficiados. Chin chin.
Yeiza Sarmiento volverá con mas textos tras la feria. saludos.
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