Un mes, ese ha sido el tiempo, que el blog ALGOROCONTIGO dejó de latir al ritmo frenético de siempre por motivos personales que como espero entiendan están por encima que cualquier otra razón. Las personas, su lado humano y las relaciones entre ellas hacen superar cualquier otra responsabilidad, al menos mi moral así me lo impone sin yo querer ni preguntarle.
No crean que es sencillo para mí volver a retomar las riendas de esta bitácora y mucho menos con esta sección del biznaguero, ya que nos reencontramos un miércoles donde Algorocontigo toma olor a jazmín y se disfraza de biznaga en esta semana tan carnavalera en la capital malagueña como en otros rincones del mundo.
Para comenzar quiero entregar la penca, y quizás ayude a explicar la situación que me ha silenciado durante estos días, a la falta de comprensión, a la ignorancia y sobre todo a la intolerancia. Pienso que en el SXXI hay ciertas cosas que deben comprenderse y entenderse, incluso deben ser razones de ser dentro de cada persona. Me niego a pensar que quien es valiente para reconocer su error y pedir ayuda esté condenado al fracaso y la soledad.
No puedo gestionar que haya gente que desee la muerte a nadie o que quiera romper metas o sueños. Si es cierto que la decepción o el desengaño son entendibles en determinadas situaciones pero cuando el corazón manda y piensa en lugar de la cabeza no podemos razonar, simplemente sentir. Nadie dijo que dejarse llevar por impulsos y sentimientos fuera lo ideal pero tampoco lo contrario trajo nunca nada bueno.
Por ello la penca, para no enrollarme demasiado, la entrego a todos esos que me negaron un abrazo, que no entendieron el sentido del amor y la ayuda plena. A esos que dicen llamarse amigos y se quedan en conocidos, a esos que no te escuchan sino se dejan llevar, pero sobre todo a aquellos que no se mojan sino que se empapan de rencor y rabia.
La biznaga, la quiero repartir. Sería injusto no dedicarla a todos vosotros y todas vosotras que siguen el blog día a día y han visto durante estos días como ha disminuido la actualización, la lectura y la escucha constante. Por la compresión y las muestras de cariño y respeto, quiero dedicar parte de esta flor malagueña a cada uno de esos que hacen vibrar este rincón de la red.
Y en segundo lugar, no por ello menos importante, quiero entregarla a la sinceridad y la honestidad. Esa que en estas semanas he aprendido a mostrar sin tapujos. Me han enseñado que el verdadero cambio nace desde ser honesto y andar por la vida con claridad, sin esconderse de nada, sin temer a que alguien por el mero hecho de ayudar a quien quieres te tache de ésto o de lo otro.
Es cierto, que me hubiese gustado contar con el apoyo de pilares que siguen siendo fundamentales en mi vida aunque no los tenga ahora mismo a mi lado. Espero que el tiempo ponga las cosas en su lugar, me beneficio o perjudique eso, pero como confío en el cambio en las personas y que ser sincero me mostrará un camino nuevo, espero lo mejor para el futuro, sino de qué me vale la vida, sí no lo hago desde una postura optimista.
Ya no me alargo más, simplemento digo que nadie me robará lo que siento, porque no hay peor cosa que vivir encerrado en una cárcel que los demás te buscaron sin cometer más delito que amar.
Saludos, de todo corazón...
Luis Algoró
Poco a poco retomaremos el ritmo de siempre...
1 comentario:
Luis me alegra tu vuelta, me da la impresión que has cargado bien las pilas y llegas con muchas fuerzas.
No dudes que has tenido muchísima suerte, al darte cuenta que la sinceridad y la honestidad, es la mejor manera de sentirse bien contigo mismo, aunque a veces cueste, a la larga será una gran satisfacción.
Aquí tienes mi abrazo mas sincero.
Cuídate.
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