Mañana ya es viernes de dolores y las calles comienza a sentir el olor a incienso y el calor de las velas de la semana con más pasión del año: La Semana Santa, que sí se vive junto al mar y en una tierra que enamora con biznagas y sueña con cultura, se hace especial.
Pues por ello quiero entregar la penca de esta semana a todos esos que presumen colgándose una medalla o llevando en sus hombros grandes tronos pesados por el simple hecho de que su novia le vea bien 'guapo' o por vacilar entre los colegas, de qué su trono es el más elaborado, más pesado o el mejor de todas las cofradías.
Hay mucho cofrade sin fe que durante estos días saldrá a la calle olvidándose que acompaña a verdaderos templos en las calles, a imágenes que representan el sufrimiento y la muerte de un hombre que dió la vida por salvarnos desde la perspectiva creyente. Sin embargo, no pisan una iglesia ningún domingo, ni ayudan en la vida diaria de sus parroquias o dedican su tiempo en colaborar con los más necesitados, a formarse o formar a otros más jóvenes en la fe cristiana.
¿Qué sentido tiene ir engominados, con corbata y camisa, con túnica y faraona, debajo de un trono, o con capirote, insignia o vela en el desfile procesional sin tener una verdadera fe practicante? Discúlpenme que no lo entienda y entregue por ello, a estas personas, sin intención de juzgar a nadie, la penca de esta semana.
La biznaga quiero entregarla a 'Los Ángeles de la Noche', una asociación que se dedica a ayudar a los más desfavorecidos y que junto a la Iglesia de Santo Domingo reparte cada noche a partir de las siete y media aproximá
damente, la cena a esos que la vida les ha hecho tener que pedir la comida que a otros nos sobra a veces.
Mientras los tronos cargados de oro y plata hagan su recorrido cerca de la tribuna de los pobres, los que realmente pasan hambre estarán en el otro extremo recibiendo el apoyo humano y alimenticio de una organización como ésta que merece hoy más que nunca la biznaga de esta última semana de cuaresma.
Quiero agradecer el trabajo de sus voluntarios, ya que algunos de ellos comienzan desde por la mañana temprano para poder llegar a la noche y convertirse en ángeles discretos que no decoran monumentos artísticos, sino grandes realidades.
Con cariño y agarrado a mi ESTRELLA PERCHELERA,
les quiere, Luis Algoró.
Feliz Semana Santa donde y cómo sea.
Pues por ello quiero entregar la penca de esta semana a todos esos que presumen colgándose una medalla o llevando en sus hombros grandes tronos pesados por el simple hecho de que su novia le vea bien 'guapo' o por vacilar entre los colegas, de qué su trono es el más elaborado, más pesado o el mejor de todas las cofradías.
Hay mucho cofrade sin fe que durante estos días saldrá a la calle olvidándose que acompaña a verdaderos templos en las calles, a imágenes que representan el sufrimiento y la muerte de un hombre que dió la vida por salvarnos desde la perspectiva creyente. Sin embargo, no pisan una iglesia ningún domingo, ni ayudan en la vida diaria de sus parroquias o dedican su tiempo en colaborar con los más necesitados, a formarse o formar a otros más jóvenes en la fe cristiana.
¿Qué sentido tiene ir engominados, con corbata y camisa, con túnica y faraona, debajo de un trono, o con capirote, insignia o vela en el desfile procesional sin tener una verdadera fe practicante? Discúlpenme que no lo entienda y entregue por ello, a estas personas, sin intención de juzgar a nadie, la penca de esta semana.
La biznaga quiero entregarla a 'Los Ángeles de la Noche', una asociación que se dedica a ayudar a los más desfavorecidos y que junto a la Iglesia de Santo Domingo reparte cada noche a partir de las siete y media aproximá
damente, la cena a esos que la vida les ha hecho tener que pedir la comida que a otros nos sobra a veces. Mientras los tronos cargados de oro y plata hagan su recorrido cerca de la tribuna de los pobres, los que realmente pasan hambre estarán en el otro extremo recibiendo el apoyo humano y alimenticio de una organización como ésta que merece hoy más que nunca la biznaga de esta última semana de cuaresma.
Quiero agradecer el trabajo de sus voluntarios, ya que algunos de ellos comienzan desde por la mañana temprano para poder llegar a la noche y convertirse en ángeles discretos que no decoran monumentos artísticos, sino grandes realidades.
Con cariño y agarrado a mi ESTRELLA PERCHELERA,
les quiere, Luis Algoró.
Feliz Semana Santa donde y cómo sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario