Interrumpo esta semana de vacaciones porque la ocasión lo merece y por circunstancias de la vida quizás esta rincón sea la única herramienta que hoy tenga para poder felicitar a un ser entrañable en mi vida, a una niña que con su sonrisa lo llena todo.
Cariño, hace tres añitos estaba este que te escribe con un polo amarillo, mi color de la suerte pese a las supersticiones, en la puerta de urgencias esperando ansiósamente tu llegada. Una mañana festiva, con el calor duro de agosto, nos acompañaba deseando ver los ojos de esa criatura que llegaba antes de lo esperado y muy pequeñita pero con el corazón enorme. Tras unos meses duros de salud en la familia tu venida era la gran noticia y todos dejamos a un lado los males porque a las doce del medio día todo ya era más que un bonito sueño, Celia ya estaba en el mundo.
Por eso quiero aprovechar esta ventana al mundo y al tiempo que tengo para poder felicitarte en el día de tu cumpleaños. Quiero que así puedas cuando seas algo más mayor volver a esta entrada y ver como el corazón y la mente de tu tito estaban puestos en ti en el día de tu cumple como cada día del año. No olvides que tu padrino te quiere con locura y que cuando la vida deje pasar a la compresión, al respeto y la cordura volveremos a encontrarnos, porque un ser inocente como tú no tiene culpa de las disputas entre mayores.
Pásalo muy bien hoy y disfruta con la familia y los amigos. Pero jamás olvides que te quise, te quiero y te querré siempre trocito de mi corazón.
Muchas felicidades CELIA,
Luis Algoró.
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